Buenos Aires, Argentina.- La mega cervecera que nacerá de la compra de SAB Miller por parte de AB InBev, deberá superar numerosos pasos. En la Argentina, por ejemplo, habrá complicaciones en la fusión de las marcas Quilmes e Isenbeck.
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La novedad de la semana fue la confirmación de que la cervecera AB InBev (dueña en la Argentina de la marca Quilmes) y SAB Miller (dueña de Isenbeck en el país) iban a ser parte de una misma compañía.
A partir de allí, y teniendo en cuenta los antecedentes que en la Argentina hay respecto de este tipo de fusiones, los abogados especialistas en defensa de la competencia ya han advertido que será habrá un largo camino por recorrer hasta que la Secretaría de Comercio lo apruebe.
En primer lugar, hay que decir que en la Argentina hay, hasta ahora, sólo tres compañías:
- AB InBev, que controla las marcas Quilmes, Brahma, Stella Artois (entre todas tiene el 75% del share;
- SAB Miller, que hasta que se fusione tiene Isenbeck (3% del share), Warsteiner y Miller; y
- CCU, que tiene Heineken, Schneider y Amstel, y tiene la licencia de Budweiser.
“Lo más probable es que la operación traiga ruido, y en este sentido va a ser clave lo que haga CCU”, advirtió Diego García Sáenz, socio del estudio Llerena & Asociados, a La Nación.
“En principio, podría pensarse que no habría muchos cambios entre tener 75 y 78% del mercado, pero aquí los trámites de aprobación de estas operaciones son siempre engorrosos. Todo indica que la operación no va a ser de fácil resolución y no sería extraño que terminara teniendo un componente político, en el que una eventual aprobación esté ligada a otras negociaciones, como los acuerdos de precios o planes de inversión “, dijo al mismo medio Alberto Tujman, socio del estudio Tujman & Asociados.
Hay un antecedente en el mismo sector de hace unos años. Fue cuando las autoridades se mostraron duras al obligar a Brahma (Brasil) a desprenderse de una de sus plantas y de las marcas Bieckert, Palermo y Andes para poder adquirir Quilmes.
A Bimbo le sucedió algo parecido: para quedarse con Fargo tuvo que vender una fábrica y la marca Lactal.
“El otro tema a tener en cuenta en el caso de Quilmes e Isenbeck, es cómo puede tallar el hecho de que AB InBev (dueña de Quilmes) también controla a nivel mundial la marca Budweiser, cuya licencia para el mercado local hasta 2025 está en manos de CCU. Budweiser no es un jugador menor en el negocio cervecero argentino y por sí sola controla 5% de las ventas totales del mercado”, analizó La Nación.
“En la actualidad, el mercado argentino de cerveza mueve aproximadamente 17 millones de hectolitros e implica un consumo de 44 litros anuales por persona”, destaca El Cronista.