Uno de los enunciados más comunes desde hace algunos meses aquel que hace referencia a lo complejo, interesante y dinámico que será el 2018 para México. Para los empresarios, asuntos como la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), las elecciones presidenciales y los movimientos en el tipo de cambio se han convertido en una fuente de preocupación.
Con este escenario de contexto, y con el fin de mantener las inversiones y el bienestar de la incisiva privada en el país, es importante que las diversas organizaciones de gobierno trabajen para dar certidumbre y aunque las instituciones mexicanas trabajan para desarrollar dicho clima necesario para impulsar a la economía, lo cierto es que para el grueso de las empresas el trabajo realizado por las entidades de gobierno ha quedado por debajo de lo que sus necesidades e intereses demandan.
Así lo refiere una encuesta realizada por KPMG, misma que concluye que la mayoría de los empresarios en el país califica como malo el desempeño de los funcionarios públicos ante la situación que vive el país.
De esta manera, a la pregunta “¿cómo califica la actuación de las autoridades ante el entorno económico que está viviendo el país?”, el 38 por ciento de los líderes empresariales consideró que los diputados tuvieron una actuación “pésima”, mientras que el 41 por ciento la catalogó como “mala”. A estos servidores públicos siguieron los senadores con una calificación “pésima” por parte del 35 por ciento de los empresarios, los gobiernos estatales con 28 por ciento en la misma calificación y el gobierno federal con una respuesta similar por parte del 18 por ciento de los encuestados.
¿Qué esperan las empresas y su impacto?
Aunque 7 de cada 10 empresarios consideran que en 2018 la economía mexicana será mejor o igual que el año anterior, lo cierto es que las cifras anteriores hablan de las condiciones de cautela con la que, por lo menos hasta mediados de este año, se manejará el sector empresarial en México, situación que se agrava por los pronósticos relacionados con el cambio de gobierno.
Al respecto, vale la pena mencionar las conclusiones de una reciente encuesta realizada por PwC en las que los principales CEO’s de Latinoamérica calificaron al populismo como la mayor amenaza (55 por ciento) para sus negocios durante el presente año.
Según la investigación, los cambios en materia geopolítica así como social, serán más preocupantes al proyectar el crecimiento de las empresas que la falta de infraestructura básica (48 por ciento), la carga tributaria (42 por ciento), la sobrerregulación (40 por ciento) o el terrorismo (38 por ciento).
Estos resultados resultan especialmente importantes para el mercado mexicano, si consideramos que a decir de un reporte entregado por la ONG, Human Rights Watch (HRW), México es el país con “mayor riesgo de victoria populista”, durante el próximo proceso de elecciones que se vivirá a mediados del año.
El clima de incertidumbre se verá reflejado no sólo a nivel empresarial sino también alrededor de otros aspectos económicos como el consumo o el empleo. Aunque se podría pensar que una de las áreas que recibirá contracciones será la de la mercadotecnia, lo cierto es que justo esta disciplina podría ser un buen gancho para mitigar los efectos contrarios que el contexto general trae consigo.
Inversiones estratégicas en dicha área podría marcar a diferencia entre estancar el crecimiento de una empresa o bien encontrar oportunidades en un terreno adverso.