Empresario y emprendedor son dos conceptos que no deben confundirse, ya que ambos tienen funciones importantes en las industrias, pero diferentes.
Si bien, ambos se desempeñan en un papel protagónico dentro de las compañías, sus papeles son diferentes en por lo menos 6 formas:
UNO. Para comenzar, el empresario se distingue porque calcula al máximo el grado de riesgo que una compañía puede llegar a asumir. En contraste, el emprendedor, si bien está consciente del riesgo, lo asume.
DOS. En cuanto al personal de la compañía, el primero es un empleador imparcial que se fija en la capacidad de los profesionales y su aporte a la firma. Mientras, el segundo contrata a personas con las que posiblemente ha desarrollado una afinidad personal y les invita a ayudarle a convertir su sueño en realidad.
TRES. El tiempo marca una diferencia definida entre ambos, ya que el primero lleva una agenda, destina horas de trabajo y cobra horas extra. El segundo, simplemente no tiene horario, pues no considera los días festivos, vacaciones o descansos, el proyecto es su vida.
CUATRO. El empresario ve en el mundo un escenario en el que su desarrollo como profesional le genera como recompensa su estilo de vida, forma de subsistir y dinero; y el emprendedor ve el mundo como un compromiso con la sociedad, a la que quiere aportar su proyecto.
CINCO. La competencia para el primero es un objetivo a desplazar e incluso aniquilar, pero que en otro momento puede resultar como una alianza. En tanto, el emprendedor es su propia competencia.
SEIS. Sin embargo, no se debe juzgar al empresario como egoísta, ya que para él el éxito es la estabilidad que puede ofrecer a la compañía y por ende a todos los empleados pertenecientes, y lógicamente a él mismo. Mientras que el emprendedor no sabe realmente qué será juzgado como éxito o fracaso en lo que a su compañía respecta, simplemente deja que el tempo juzgue si su idea logrará destacar y si no, sabe que puede comenzar de nuevo.