El presidente Donald Trump planteó la posibilidad de elevar el 35 por ciento de arancel a las empresas, para promover la mudanza de la producción de diversas empresas de México a Estados Unidos.
El 35 por ciento de arancel se pagaría por unidad que se requiera exportar. Aunque empresas automotrices como Ford y General Motors reaccionaron de inmediato a los mensajes del Primer Mandatario estadounidense, la empresa neozelandesa Fisher & Paykel Healthcare anunció que también se retiraría de México si Trump sube los aranceles.
La empresa produce máscaras para tratar la apnea del sueño y humidificadores para ventilación mecánica.
El presidente ejecutivo de la compañía, Lewis Gradon, dijo a Reuters que:
Tenemos dos plantas, una en Nueva Zelanda y una en México. Tenemos la capacidad de proveer a Estados Unidos desde Nueva Zelanda si eso tiene un mayor sentido económico
Sin embargo, es importante aclarar que únicamente habla sobre los productos fabricados en México que tengan como destino el mercado estadounidense, esos se elaborarían en su planta de Nueva Zelanda, pero los demás seguirían fabricándose en la nación mexicana.
La reacción de la firma llega después de que los temores sobre el impuesto propuesto derribaron sus acciones 2.4 por ciento el viernes.
Ford Motor fue la primera compañía en hacer caso al presidente de Estados Unidos y cancelar la inversión en México, y semanas después el director ejecutivo de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne, admitió que analizan suspender la producción de autos hacia Estados Unidos si Trump materializa sus amenazas.
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