Actualmente, el trabajo de una empresa no se limita a sacar productos u ofrecer servicios, conocer las nuevas tendencias en tecnología o tratar de desarrollar una mejor manera de exponer su misión. Ahora se trata de crear relaciones personales con los clientes, que se sientan parte de la compañía.
De forma recurrente y con base en la preferencia de interacción del consumidor, resulta natural que los esfuerzos se orienten al mundo digital. Con el uso de Internet y las redes sociales, atraer a un cliente es un logro enorme para muchas compañías. Sin embargo, también se debe resaltar que las estrategias de mercadotecnia se han expandido de manera increíble, donde elementos como Big Data o modelos Fintech surgen para dominar el panorama enfocado en lo digital.
Por ejemplo, el año anterior, en mercados como Reino Unido se confirmó que el sector Fintech lidera la llamada “cuarta revolución industrial” a tal grado que transforma la forma en la que vivimos y hacemos los negocios. Según información de Real Business, la inversión estimada es de 1 145,9 mil millones de dólares; de forma, clara, el sector no está preparado para una desaceleración en el corto plazo y eso se refleja en otras industrias.
Cada semana, una nueva aplicación de inteligencia artificial (AI) o aprendizaje automático llega a los titulares, ya sean asistentes, ayudas a la inversión o modelos predictivos. Bajo una presión significativa para reducir los costos y mejorar el volumen, la velocidad y la calidad de la información del cliente y los servicios financieros, los jefes buscan impulsar las funciones comerciales a través de la automatización.
Con el tiempo, estos robots aprenden de patrones de datos y comportamientos pasados para realizar evaluaciones de alta velocidad y realizar la mayoría de las funciones operativas las 24 horas del día, los siete días de la semana. Con la competencia cada vez mayor en el mundo financiero, ya no hay un horario definido para la interacción con los clientes. La automatización ofrece a las empresas la oportunidad de acelerar los procesos clave y proporcionar un servicio más eficiente.
Esto es particularmente útil para los innovadores de Fintech que pueden aprovechar la tecnología para ofrecer una gama creciente de herramientas y servicios al consumidor. Todo lo que se necesita es una computadora, un smartphone o algún dispositivo móvil para acceder a una variedad de opciones de financiamiento a precios asequibles.
¿La automatización para las finanzas empresariales genera beneficios o desventajas?
Fleximize, la consultora de servicios financieros y préstamos de Inglaterra, tiene un planteamiento claro sobre esta cuestión.
Si bien la automatización representa innovación y avance, el aprendizaje automático no se debe utilizar para reemplazar la interacción humana. Cuando se trata de préstamos comerciales, un algoritmo deja a muchos clientes sin la oportunidad de negociar o justificar su necesidad de un préstamo. Teniendo en cuenta que muchas pequeñas empresas no tienen cuentas archivadas, la automatización en nombre de la eficiencia mecanizada significa un rechazo injusto.
No hay mejor manera de superar un problema que hablando en persona. Por esta razón, la automatización solo es efectiva si se utiliza para agregar un toque personal al proceso completo. Los humanos construyen relaciones emotivas y duraderas con los clientes, los chatbots no (a menos que tenga un proceso de actualización constante que se realice con base en las preferencias de los consumidores).
A pesar de que el modelo Fintech se preocupa por los datos, las finanzas y los algoritmos, el usuario final sigue siendo una persona necesitada de conversación, empatía y consejo. El consejo final es el siguiente: cualquier organización creíble debería combinar ambas para mejorar la experiencia y preferencias de sus clientes.