La ceremonia final del funeral de la reina Isabel ha sido seguida en vivo este lunes 19 de septiembre por millones de personas.
Una de las preguntas que muchos se hicieron en las redes sociales es por qué pesaba tanto, algo que se pudo advertir por las caras de los ocho encargados de transportarlo, los llamados “portadores”.
La explicación es simple: la madera de roble con la que está hecho y la cobertura de plomo que tiene en el interior.
Según publica The Times, el ataúd en el que descansa el cuerpo de la reina Isabel II fue fabricado hace más de tres décadas por una compañía que ya no existe.
Es la misma que manufacturó los féretros del esposo de Isabel, Felipe de Edimburgo, y de celebridades de la música como Freddie Mercury y Jimi Hendrix.
Isabel II falleció el pasado 8 de septiembre a los 94 años, luego de haber estado en el trono de Gran Bretaña más de 70 años.
Este lunes fue honrada solemnemente un funeral de Estado en la Abadía de Westminster ante la presencia de líderes mundiales antes de ser depositada en un panteón privado en Windsor.
El ataúd de la Reina Isabel y un peso inusual
El ataúd que contiene el cuerpo de la reina Isabel fue cubierto con su corona, su cetro y su orbe, y trasladado desde Westminster hasta Windor delante de cientos de miles de personas reunidas en las calles.
El féretro fue fabricado por la firma de Londres Henry Smith, compañía que ya no existe.
El ataúd, luego de la desaparición de la empresa que lo fabricó, pasó por otras dos funerarias, por lo que no se conoce la fecha exacta de elaboración.
Los responsables de brindar el servicio de sepelio, Leverton & Sons, dijeron que recibieron el féretro en 1991, cuando la firma se convirtió en funeraria de la familia real.
Andrew Leverton, director de la compañía, le dijo a The Times que está fabricado de roble inglés, una madera que ya no se usa en esta clase de ataúdes porque es “casi imposible de conseguir” y porque es “muy costosa”.
También dijo que Henry Smith lo construyó con una técnica antigua llamada “de caparazón y caja de plomo”, en la que un féretro interior se fabricaba de madera, luego de cubría con plomo y luego se colocaba dentro de un ataúd externo, por eso el gran peso.
El sistema buscaba evitar el ingreso de humedad una vez que el ataúd se colocaba en los panteones familiares, en este caso, en la capilla real en Windsor.
Lo normal es que seis militares porteadores sean los encargados de llevar los ataúdes, pero en el caso de la reina Isabel II, fueron ocho.
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