El miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”. Eduardo Galeano
Ellas son el 50 por ciento de la sociedad en México y en el mundo, madres del otro 50 por ciento.
El sendero de vida que penosamente atraviesan las mujeres, en sus diversos roles y escenarios
Ese torcido sendero va desde su génesis en el ámbito familiar que es la célula de la sociedad, pasando después por la escuela con el hoy llamado “Acoso escolar”, así como la peligrosa calle del día y de la noche.
Podemos seguir listando riesgos para las mujeres y las personas en general, mismos que conllevan la convivencia social, podemos mencionar con certeza el riesgo en el ámbito de algunas iglesias que han representado inseguridad para las niñas, por supuesto el referido a la vida laboral, tanto la del trabajo remunerado o trabajo libre en sus diversos contextos, en dónde el acoso es acción de todos los días.
No podemos dejar de mencionar el desafío que representa cuando una mujer acude ante algunas insensibles autoridades municipales, estatales y federales, todo esto ante una conducta inhumana, reportando trato violento, diríamos bestial y en ocasiones hasta sanguinario, llegando al feminicidio, por parte de algunos “hombres” e inclusive por personas de su género.
¿Después del 9M se dará un cambio?
Por supuesto que existe el riesgo de caer en lo que Gerard Hendrik Hofstede, llama: “evasión de la incertidumbre” la cual tiene que ver en el cómo enfrentamos la duda del futuro.
Como todo en la vida hay gente que estará cómoda en escenarios inéditos y también habrá personas que se sentirán muy incómodas cuando las cosas les son desconocidas. En este reto de buscar el cambio, esta dimensión marca el grado en que las personas se sienten amenazadas por la incertidumbre y tratan de evitarla, y estamos obligados a reconocer que el futuro en el tema en cuestión se resume a erradicar la violencia, no se diga el feminicidio e impunidad; en nuestros países, es objetivamente incierto. Y este movimiento podría quedar en un día únicamente para la historia, sin ninguna consecuencia.
Un escenario deseado
El escenario de la violencia en México y en el mundo, podría cambiar o por lo menos atemperarse, sin más, con un ejercicio conjunto de sociedad, empresas y gobierno, en grupos de trabajo, que permita recorrer, visualizar, conocer, alcanzar a entender y plasmar con evidencia todo un largo, tortuoso y desigual camino que atraviesan las mujeres, en sus diversos roles y escenarios y diseñar acciones correctivas, en sus diversas dimensiones, en todos los espacios.
El ejercicio anterior, sería para escuchar a los diversos actores de la sociedad mexicana y especialistas del ámbito internacional, a los organismos de la sociedad civil (OSC), de la política, de la academia y a representes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, en sus esferas municipal, estatal y federal, en ese orden.
El cambio estará en la profunda transformación cultural y jurídica
El ejercicio comentado como escenario deseado por parte de la sociedad mexicana en su conjunto, sería para encontrar cómo impulsar un profundo cambio cultural protegido o asegurado por la acción de las políticas públicas, que son los proyectos/actividades que un Estado democrático y responsable, diseña y gestiona a través de un gobierno y una administración pública con fines de satisfacer, en este caso, las penurias de una sociedad que grito el #8M y calló el #9M, referido a la enorme e imparable criminalidad alcanzada en México, a la terrible violencia de género, la virulenta violencia a la mujer y al bestial e inhumano feminicidio.
En concreto el llamado es por parte de ellas, las mujeres y no dudamos de la generalidad de los integrantes de la sociedad mexicana, incluyendo a los Organismos de la sociedad civil, compuestos por:
- Gremios empresariales, en lo general y las empresas que los integran o no en lo particular.
- Fundaciones filantrópicas, sin fines de lucro de la sociedad civil, y de los sectores público y privado.
- Agrupaciones de profesionales
- Grupos sindicales
Lo anterior con el imponderable propósito de lograr formar ciudadanos sin distinción, que, desde todos los ámbitos, iniciando por el familiar, cumplan cabalmente con el rol que reclama una sana convivencia en la sociedad.
Un modelo por alcanzar
Con seguridad existen muchos modelos que logren la culturización de una sociedad, por su parte Gerard Hendrik Hofstede (QPD), lo identifica como una “programación mental” (Software Mental) definiendo por un lado a Sociedades Masculinas, y por otro Sociedades Femeninas, esto como una dimensión de la cultura social.
“El trabajo de Hofstede pretende justificar que hay agrupamientos culturales a nivel regional y nacional que afectan al comportamiento de las sociedades y organizaciones, y que son muy persistentes en el tiempo. Desarrolló el llamado Modelo de las Seis Dimensiones para identificar los comportamientos culturales de cada grupo. Estas dimensiones son:
- Distancia
- Jerárquica
- Individualismo
- Masculinidad
- Control de la Incertidumbre
- Orientación a Largo Plazo
Gerard Hendrik Hofstede, falleció a los noventa y un años el 12 de febrero de 2020”.
Se recomienda el Libro Culturas y organizaciones, Software Mental. Autores Dr. Geert Hofstede, Dr. Gert Jan Hofstede’s y Dr. Michael Minkov. Prólogo del Dr. Raúl Beyruti. Editado por Gingroup.
“Empoderamiento a la Mujer y la Culturización del Hombre”
“La cultura es una programación colectiva en la mente de las personas que distingue a los miembros de un grupo o categoría de los de otra”
Actuemos de inmediato, motivados hacia el desmantelamiento de anquilosados modelos en materia de impunidad y justicia; transformando esa cultura machista, lo que equivaldrá a desterrar, entre otras fatales conductas las del feminicidio y la impunidad, será un cambio que podría tardar muchos años, de 20 a 25 años, que es el equivalente a toda una generación… pero no hay opción, siempre habrá que dar un primer paso para pasar de un extremo a otro.