Por Nicolás Tejerina
ceo de bumeran.com
La compañía bumeran.com se dedica a investigar cuáles son las tendencias en Recursos Humanos y las nuevas maneras para reclutar y retener talentos que tienen las empresas. El hecho de estar en medio de la demanda y la oferta de trabajo, nos exige saber cómo llegar a las nuevas generaciones, conocer sus inquietudes y expectativas para acercarnos a ellos de la mejor manera.
Hoy vemos que para construir el posicionamiento entre empleados y potenciales, algunas empresas se nutren de herramientas de marketing, antes aplicadas a clientes o consumidores.
En la carrera por la de captación y retención de talento, vale la pena analizar qué herramientas son las que debemos aplicar hoy pensando en la generación que viene. Entender sus hábitos, la manera que tienen de comunicarse, el uso que hacen de la tecnología, y qué esperan de un trabajo, son algunas de las preguntas que las empresas se hacen.
Antes que nada, es clave saber qué lugar ocupan las empresas dentro de la cabeza de los jóvenes, averiguando qué percepción tienen ellos del mundo corporativo. Así podremos descubrir los diferentes íconos que una empresa debe tener para lograr que una persona se sienta identificada, y que esa identificación se convierta en atracción y ganas de formar parte de dicho equipo.
Llamamos millenials a aquellos jóvenes que hoy tienen entre 15 y 20 años, que estarán sumándose a la fuerza laboral en poco tiempo. Comprender a los millenials es hoy para los gerentes de Recursos Humanos tan importante como para los de marketing.
En su libro Burbujas de ocio, nuevas formas de consumo cultural, el profesor Roberto Igarza investiga la relación que existe hoy entre los jóvenes, la tecnología y el ocio.
Dice Igarza: “La distribución de los tiempos de ocio, sobre todo de las personas que habitan en las grandes ciudades, está cambiando. La vida laboral y extra laboral se ha colmado de pequeñas pausas. Las nuevas generaciones entremezclan producción y entretenimiento de manera muy diferente de las generaciones anteriores. Su mundo está repleto de micropausas que coinciden con el tiempo de ver un video en Internet o consultar un blog. El ocio se ha vuelto intersticial, se escurre entre las tareas para el colegio, en los tiempos de espera, durante los cortos desplazamientos.”
Así como cambió la manera de entretenerse, cambió también su visión sobre dónde trabajar. En el pasado, formar parte de una multinacional, tener un plan de carrera, cierta seguridad y saber que al permanecer tendrían cada vez mayores beneficios, era el principal atractivo que se les mostraba para tentarlos.
Hoy los jóvenes no están interesados en hacer una carrera en una empresa, sino más bien en ser parte de una empresa que les parezca que agrega valor a su vida, lo que ellos llaman cool. Hay ya algunas muy bien posicionadas, en general las relacionadas con la tecnología, como Google, YouTube o Facebook.
Las compañías tradicionales tomaron nota de esto. Algo que se valora mucho es el hecho de tener fundaciones propias o colaborar de manera proactiva con quienes tienen menos recursos. Otra es pensar en ellos cuando se diseña la página corporativa en Internet. Ese es el primer contacto.
Para resultar atractiva como empleadora entre los jóvenes recursos, cada compañía debe definir cuales son los diferentes íconos que debe comunicar para que los receptores sientan una identificación con esa empresa. Esa identificación se convertirá en atracción y ganas de formar parte de un equipo.