Los algoristmos, los bots, la inteligencia artificial, sistemas de reconocimiento de voz y de imagen, las automatizaciones, en definitiva, los avances tecnológicos van a terminar, tarde o temprano, con gran parte del espectro laboral.
En realidad, lo que harán es reconfigurar todo el sistema, lo que obligará (de hecho ya lo está haciendo) a adaptarse para “sobrevivir”.
En ese contexto, de incertidumbre para muchos, es interesante analizar un informe dado a conocer esta semana en Argentina llamado “Inteligencia Artificial y crecimiento económico. Oportunidades y Desafíos“. Lo presentó Microsoft Latinoamérica junto al Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
Entre las conclusiones de la investigación, se advierte que en los comercios y tiendas con atención al público, que emplean aproximadamente un 18% de la fuerza de trabajo de Argentina, el 84% de los empleos tienen una alta probabilidad de automatización.
En la construcción, en tanto, que emplea casi el 10% del total del país, cerca el 86% está en riesgo de ser reemplazado por un robot.
Algo similar sucede en el sector de ventas telefónicas, donde para “sobrevivir”, los trabajadores requerirán un esfuerzo extraordinario de readaptación de habilidades.
El estudio dice que, en general, las más problemáticas son las ocupaciones intensivas en tareas que requieren menor calificación y que son más rutinarias. Por el contrario, las que tienen más posibilidades de no ser reemplazadas en el corto plazo son las que demandan mayor calificación y educación.
Hay un grupo de actividades intermedias, que tiene un riesgo a mediano plazo. Se trata de los profesionales, los científicos y los técnicos, también las actividades inmobiliarias, donde la proporción de ocupaciones en riesgo de automatización está en el 25% promedio.
Pero cuidado, no hay que tener miedo, sólo particular atención. El estudio dice que si bien hay empleos que tienen alta susceptibilidad a ser reemplazados por la IA, no significa que vayan a desaparecer.
Lo que se quiere decir es que la IA liberará tiempo y capacidades de los trabajadores para realizar otras tareas.
El informe analiza el mercado laboral argentino pero, en rigor, es extensible al resto de la región, ya que se trata de países similares en el aspecto laboral y sociocultural.
“Sobrevivirán”
Habla de 10 empleos con menos probabilidades de ser reemplazados en el corto y mediano plazo por la irrupción de la Inteligencia Artificial. Son estos:
- Profesionales de la salud.
- Profesionales de la enseñanza.
- Directores ejecutivos, personal directivo de la administración pública y miembros del poder ejecutivo y de los cuerpos legislativos.
- Directores y gerentes de producción y operaciones.
- Profesionales de tecnología de la información y las comunicaciones.
- Gerentes de hoteles, restaurantes, comercios y otros servicios.
- Profesionales de las ciencias y de la ingeniería.
- Profesionales en derecho, en ciencias sociales y culturales.
- Directores administradores y comerciales.
- Especialistas en organización de la administración pública y de empresas.
Esos empleos serían altamente demandados (eso es lo que se espera) porque complementarán a la IA y permitirán su expansión. Es por estas cualidades: percepción y manipulación en contextos complejos; creatividad; e inteligencia social.
En peligro
Del otro lado, los 10 que serían reemplazados en el corto plazo:
- Oficinistas.
- Vendedores ambulantes de servicios y afines.
- Empleados contables y encargados del registro de materiales.
- Ensambladores.
- Peones agropecuarios, pesqueros y forestales.
- Ayudantes de preparación de alimentos.
- Operadores de instalaciones fijas y máquinas.
- Otro personal de apoyo administrativo.
- Trabajadores forestales, pescadores y cazadores.
- Conductores de vehículos y operadores de equipos pesados móviles.
El estudio completo en PDF.