La semana pasada, y cuando cada vez más marcas decidieron suspender sus actividades en Rusia en repudio a la invasión a Ucrania, McDonalds se sumó a la medida.
Lo hizo anunciando el cierre temporal de sus 850 puntos de venta a lo largo y ancho de todo el país de Vladimir Putin.
La reacción de los consumidores fue, en mucho casos, ir a comprar sus “últimos big mac”, por lo que se formaron largas filas en los restaurantes de las grandes ciudades.
Incluso hubo casos de compras masivas de menús para congelarlos y hacer stock y casos de reventa a precios exponencialmente más altos de los oficiales.
Sin embargo, no se había visto hasta ahora la reacción de los empleados de McDonalds, quienes se quedarán sin trabajo por los meses que permanezca el cierre.
Si bien McDonalds de Rusia dijo que les iba a seguir pagando el salario, lo cierto es que podría pensarse que los trabajadores estarían golpeados emocionalmente.
Según las imágenes que fueron difundidas por el medio especialista en noticias de Europa del Este NextaTV, no ha sido así.
En varios videos se pueden ver a los trabajadores de un McDonalds de San Petersburgo cantando y bailando en sus últimos minutos en las cocinas y en los puntos de atención al cliente.
McDonald’s employees in St. Petersburg in their last moments at work pic.twitter.com/zey2s9vQ9b
— NEXTA (@nexta_tv) March 13, 2022
McDonalds suspende operaciones en Rusia
“El conflicto en Ucrania y la verdadera crisis humanitaria que se está produciendo causa un sufrimiento que no se puede describir a gente inocente”. De esta manera comenzaba el mensaje que difundió McDonalds argumentando el cierre de sus locales en Rusia.
Llevaba la firma de Chris Kempczinski, presidente y CEO de McDonalds.
“Hamos decidido unirnos al mundo para condenar la agresión y la violencia y rezar por la paz”, agregaba.
McDonald’s dijo que la compañía cerraba “de forma temporal” sus 850 puntos de venta en el país de Vladimir Putin como “respuesta a la invasión a Ucrania”.
La acción del restaurante de comida rápida no fue aislada. Antes, habían decidido salir de Rusia o suspender sus negocios marcas como Apple, la cadena de muebles Ikea y las multinacionales H&M, Mango, Adidas y Nike, entre decenas de otras.
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