Se suele decir que los empleados de las compañías del sudeste asiático trabajan sin parar, día y noche, y por salarios bajos y sin ninguna queja. Eso es, en parte, cierto. Pero no es lo que sucede en todos los rubros de la economía.
En la industria automotriz, por ejemplo, los sindicatos de Corea del Sur son poderosos y negocian salarios y bonos de la misma manera que en cualquier país de Occidente.
Con ese contexto, este ejemplo de lo que pasó esta semana en una planta de General Motors, donde los trabajadores ingresaron a las oficinas ejecutivas de la compañía, destruyendo y retirando muebles, poco después de que la unidad local del fabricante de automóviles estadounidense les dijera que no habría bonificaciones debido a una crisis de liquidez, publicó Bloomberg.
En un video publicado en YouTube se puede ver cómo una decena de empleados entran a la oficina del director ejecutivo pateando y arrojando sillas y un gran escritorio. El sindicato protestó de esa forma por la decisión de la compañía e instó al presidente ejecutivo a renunciar, según dijo el representante ante los medios de GM Corea.
A su vez, la compañía confirmó en un comunicado lo sucedido y lo calificó como un “incidente violento” en sus oficinas ejecutivas que “resultó en daños significativos a la propiedad de la empresa”.
GM no está en una buena posición en Corea del Sur. Desde hace meses busca que el sindicato resigne algunos logros para reactivar su negocio tras varios miles de dólares en pérdidas. Según Bloomberg, en 2017 propuso un nuevo plan de inversión de 2.800 millones de dólares y un canje de deuda por capital de 2.700 millones de dólares para revertir la realidad de la unidad.
Para tener una dimensión de la gravedad, basta decir que luego de amenazar con abandonar el país, la subsidiaria de GM dijo en marzo que pretende declararse en bancarrota si el sindicato no acepta un plan de reestructuración. También presionó al gobierno para que la ayude a sobrevivir.
El incidente fue denunciado a la policía, dijo la compañía, y agregó que emprenderá acciones legales contra los trabajadores.
La noticia está en todos los medios coreanos:
General Motors en Corea vende un promedio de 40 mil autos mensuales, según datos de la propia empresa.