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De acuerdo con Social Media Today, Facebook tenía alrededor de 83 millones de cuentas falsas
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Para 2017, se creía que este número se había más que triplicado, para alcanzar las 270 millones de cuentas
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Se estima que hasta 30 por ciento de los usuarios de redes sociales pueden ser engañados por bots
Los bots son uno de los problemas más grandes de las plataformas digitales y sociales. Para 2016, se estimaba que estos programas maliciosos conformaban más de la mitad del tráfico en línea. Redes como Instagram y Twitter constantemente están identificando interacciones y cuentas automatizadas para eliminarlas. Hasta los servicios de Amazon se han visto afectados por las actividades de este software. Pero Facebook ya tuvo suficiente y tomará acción legal.
A través de una publicación en su blog oficial, Facebook confirmó que demandará a un negocio en Nueva Zelanda, así como otros tres individuos. Jessica Romero, directora de litigación y ejecución de la plataforma, realizó el anuncio. Apuntó que los acusados aparentemente ofrecían a sus clientes likes, vistas y seguidores falsos en Instagram. Apunta que, a pesar de repetidas advertencias y bloquear sus cuentas, sus actividades continuaron.
Romero reafirmó que, “con esta demanda, Facebook está enviando un mensaje. Que este tipo de actividad fraudulenta no es tolerada por nuestros servicios. Actuaremos como sea necesario para proteger la integridad de nuestra plataforma”. La red social pide a la corte que la sentencia asegure que los acusados no puedan retomar sus actividades. Asimismo, pide que se les impida volver a violar el Acta de Fraude y Abuso Computacional de California.
Demandas en Facebook y redes sociales
No es la primera vez que las dos redes sociales presentan acción legal contra individuos o empresas. A principios de marzo pasado, Facebook también presentó una demanda contra cuatro compañías y tres individuos por vender likes falsos, esta vez en China. Estas acciones resultan casi irónicas, tomando en cuenta los problemas que tiene la plataforma con algunas cortes. Por ejemplo, aquellas que la tienen bajo asedio en Canadá por Cambridge Analytica.
Contrario a lo que podría ser la creencia popular, el ámbito legal y las redes sociales están muy relacionadas. El ejemplo perfecto es la determinación tomada por las autoridades de Sri Lanka tras los ataques terroristas de la semana pasada. Según Business Standard, cualquier persona que comparta noticias falsas sobre la agresión en Facebook u otra plataforma se arriesga a entre tres y cinco años de prisión. Y este solo es un caso de decenas de posibilidades.
En el caso de Nueva Zelanda, la iniciativa de Facebook es positiva. Con Google, es el líder de la publicidad digital. Pero a cada vez más anunciantes les preocupa el reporte de métricas falsas. Como le demuestra la compañía demandada, hay un interés comercial persistente en reportar métricas de desempeño inexactas en redes sociales. Si la plataforma de Zuckerberg quiere seguir siendo un entorno atractivo para las marcas, debe reducir estos incidentes.
Por otro lado, recurrir a acción legal podría crear dudas sobre su capacidad. El hecho que Facebook no pueda evitar que una compañía pequeña y tres individuos violenten sus términos y condiciones dice mucho de su control. Ante la ola de escándalos que ha creado, más de un regulador quiere saltar sobre su negocio. Si se acumulan más incidentes de este tipo, podrían volverse la excusa perfecta para aplicar filtros y candados adicionales a su negocio.