Les confieso que me gusta, incluso lo que raya en lo cursi no me molesta pues, aunque tengamos puntos de vista distintos, es indudable que toda esa narrativa está sustentada en cosas positivas, en valores y en felicidad.
Donar, dar alimento a la gente de la calle, dar dinero a la viejita del semáforo, son prácticas muy recurrentes que lamentablemente se diluyen fuera de esta temporada pues para la comunicación en los medios, urge moverse a siguiente temporada ya sea el día del amor, del niño, de la mamá, etc. y las necesidades que acabo de mencionar, ahí siguen.
Y, ¿qué tiene que ver esto con Marketing o la Agricultura? La oportunidad y quizá obligación que tenemos de seguir conectados con las emociones de nuestro mercado.
Familia, comunidad y alimentación
Una falsa creencia relacionada con el campo es la de la transaccionalidad, donde los agricultores solo están enfocados en producir, los costos y nada más. Si bien son clientes sumamente enfocados y especializados en las actividades que emprenden, su amplitud de visión es tal, que su mirada está puesta en el progreso de su familia, de su comunidad y en algunas ocasiones, del estado al que pertenece.
Y no solo hablo de agricultores y agricultoras de zonas de alta productividad sino en donde las condiciones son más complejas, cuando tienen que cubrir un turno como obreros o albañiles pues el ingreso no es suficiente.
La comunicación debe mantenerse fiel a la idea de transmitir la esencia del mercado en donde está inserta, logrando inspirar a los demás, movernos a la acción y proveernos de conocimiento.
Uno de los caminos más fértiles de esta y muchas industrias, es la temática familiar, la herencia y el legado, la manera de realizar una actividad con la intención de trascender a través de sus hijos.
El valor del conocimiento que se transmite entre abuelos, padres y la actual generación, es una dinámica que contiene una gran cantidad de historias que se pueden compartir con buen éxito.
Por otro lado, el apego a la comunidad, el orgullo de ser de una región y la manera en que se busca mejorar la calidad de vida, va en sentido contrario a la idea de los cangrejos mexicanos que solo retroceden pues puedo constatar que el trabajo en equipo es real en la agricultura. AgroMarketing puede y debe romper estereotipos.
Finalmente, otra veta inagotable de historias poderosas es la relacionada con el impacto positivo que la agricultura trae consigo para el mundo pues, la fortuna que tenemos de compartir un plato de comida en nuestras mesas, es el resultado del trabajo fuerte de las y los agricultores y es nuestra misión darles la difusión necesaria para sensibilizar a toda una sociedad que probablemente da por hecho que la producción de alimentos está garantizada.
Sembrando Reflexión
Me niego a pensar que solo debemos ser sensibles en diciembre, que nos debemos sentir más felices cuando las marcas nos lo indiquen y que como seres humanos, podamos cegarnos a que las necesidades siguen presentes.
Uno de mis propósitos en 2023 es definitivamente ayudar a quien más pueda, ya sea donando tiempo, difundiendo las misiones de distintas organizaciones y estando cerca de quien lo necesite. Dicho de otro modo, la invitación es tratar de expandir el espíritu navideño durante todo el año haciendo que los propósitos no se centren en nosotros mismos. Como sea y de acuerdo a las posibilidades de cada quien, sigamos ayudando y esas son las metas superiores de las que le hablaba la semana pasada..
Les deseo que tengan un año pleno de salud, conectado con sus emociones y de mucho Marketing propositivo.