Estamos en un mercado cada vez más dominado por los influencers y las marcas tienen una especie de fijación por estas figuras de las redes sociales.
Al principio parecia ser la opción más sencilla, para lograr interactuar con el consumidor de una manera orgánica, cuando una simple fotografía de la influencer especializada en moda, portaba la playera de una marca patrocinadora mientras tomaba un café y la acción se convertía en miles de reacciones o comentarios. En el caso de un youtuber, basta con que haga el review de un producto, hotel o viaje, para lograr estar en la conversación de cientos de miles de personas.
Lo anterior dio paso al marketing de influencia que de acuerdo con trascendidos de Traackr, TopRank Marketing y Altimeter, logrará mejorar la recomendación de las marcas, según un estudio que enlistó los objetivos del este tipo de marketing.
Si bien los influencers han sido la respuesta fácil en los departamentos de mercadotecnia, para lograr que los consumidores hablen de las marcas, hay un punto que se ha perdido en la ecuación y es que vincularlos a tu empresa, desde el momento en que pagas por ello, se convierten en embajadores de tu marca y la estrategia de branding con que cuentes, debe de estar preparada para enfrentar lo bueno y malo de los resultados alcanzados.
Como parte de este esfuerzo, Chekitan S. Dev en su obra Hospitality Brandingby explica que una marca, desde un punto de vista muy complejo, es sello de calidad, una promesa de garantía a los consumidores y una imagen que persuade a los consumidores de comprar sus productos.
En medio de esta percepción entra el embajador de marca, que lo mismo es el influencer contratado con presupuestos de cientos de miles de pesos, que el empleado de la compañía, que mete en problemas a la marca cuando actúa incorrectamente.
Dentro del departamento de recursos humanos, Teresa Torres define lo anterior en su obra Encyclopedia of Human Resources Information Systems, como “employer branding”, que ocurre cuando se diseña la imagen de los empleados tanto interna como externamente, “con la intención de mejorar la percepción de la empresa”.
¿La crisis de marca de Bimbo, por empleados que robaban a pequeños comerciantes? Si, se pudo evitar y estar a tiempo de dos cosas: entender quiénes son tus embajadores de marca e incorporarlos a tu estrategia de branding.