Conocido por ser uno de los emprendedores e innovadores más exitosos en el mundo de los negocios, Elon Musk es de las figuras de mayor influencia a nivel global, sus palabras o acciones suelen ser tomadas muy en serio.
Tanto, que en más de una ocasión hemos hablado de cómo el CEO de Tesla suele ser el mejor embajador de marca y RP de su automotriz -así como de usos otras empresas como SpaceX-. Sin embargo, últimamente se mete en más problemas de los que resuelve.
Esta semana el empresario se metió en problemas y a su misma empresa. Hace sólo un par de días publicó un tweet en el que afirmó que está considerando “volver privada a Tesla”, incluso dio que pagaría 420 dólares por acción.
Shareholders could either to sell at 420 or hold shares & go private
— Elon Musk (@elonmusk) 7 de agosto de 2018
Este mensaje provocó que las acciones de la automotriz se dispararan en la bolsa más de un 10 por ciento. Un comentario que recalcó pues, si bien impulsó el valor de las acciones en la Bolsa, esto no necesariamente fue bueno.
Tal vez esa fue una de las razones por las que varios de los miembros de la junta directiva de Tesla señalaran que es un tema que se ha analizado, tal vez intentando contener alguna reacción por parte del gobierno estadounidense.
Investor support is confirmed. Only reason why this is not certain is that it’s contingent on a shareholder vote. https://t.co/bIH4Td5fED
— Elon Musk (@elonmusk) 7 de agosto de 2018
Algo que no pasó. La Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) inició una investigación para analizar y determinar si las declaraciones de Musk a través de Twitter son reales y no se trata de un ‘blofeo’ por parte del CEO de Tesla y, con ello, impactar en los mercados… traducción, incrementar el valor de capitalización de la compañía.
Esto ya se reflejó en la Bolsa, sus títulos cayeron cerca de 5 por ciento. No obstante, el problema no sólo es perder una capitalización que había ganado en los últimos días, sino las posibles sanciones por parte de la SEC y, más aún, Tesla podría resultar afectada en la imagen de la marca, pero, en casos extremos también en su operación.
El CEO de Tesla es un líder nato, no necesita hacer declaraciones presuntuosas o adornadas con términos complejos. Sin embargo, en tiempos recientes se ha olvidado de compartir mensajes que sirvan para hacer crecer o por lo menos hacer difusión a sus marcas y, por el contrario, se ha involucrado en polémicas que terminan afectando a sus compañías.
Sabemos que los CEO de las grandes marcas además de dirigir, actualmente también tienen funciones de embajadores, ya que las relaciones públicas que hacen a través de los medios de comunicación y redes sociales se han convertido en fortalezas y debilidades de las firmas que encabezan. En este caso, han tenido un efecto negativo.