El día a día de las grandes personalidades de cualquier industria de la que hablemos, genera todo tipo de reacciones como la conversación social o estrategias que aprovechan el efecto que estas personalidades tienen en el interés de las audiencias.

Un buen ejemplo de ello ocurre con Elon Musk, fundador de Tesla y creador de una nueva cultura de emprendimiento que lo toma como figura. Tan solo un estudio de Firs Round Capital comparó las figuras de Jeff Bezos, Steve Jobs y Mark Zuckerberg. Elon Musk lideró el coparativo como el líder tecnológico más admirado entre los fundadores de una startup en Silicon Valley, la gran meca de la innovación tecnológica.

La marca personal de Musk es muy rica. Lo mismo genera impacto en medios por su fallida relació con la modelo Amber Heard, que protagoniza las tendencias de redes sociales con una estela que deja a su paso por el cielo uno de los cohetes de su compañía SpaceX, acción que nos recuerda que Musk forma parte de los ocho millonarios que más invierten en investigaciones para llegar al espacio.

Parte de este interés es el que provoca su comunicación en redes sociales, donde es un influencer de grean impacto por la capacidad de respuesta que generan cada uno de sus comentarios. Recientemente peleó contra un activista del transporte público al criticar lo sucio que resulta trasladarse a bordo de este servicio y ahora, aprovechó Twitter para preguntar el costo de la red social y comprarla.

Este tipo de acciones nos recuerdan la importancia que guardan las compañías tecnológicas y sus fundadores, como líderes que logran innovar con sus ideas, al impactar en la estructura de organizaciones y demás plataformas. De esta extensión de una marca al recurso humano con el que cuenta, parten las teorías de emabajadores de marca y organización interna de gran trascendencia en el día a día de las industrias.

I love Twitter

— Elon Musk (@elonmusk) 21 de diciembre de 2017

How much is it?

— Elon Musk (@elonmusk) 21 de diciembre de 2017