La música por streaming acumuló ganancias por 1.870 millones de dólares al cierre del año 2014, lo cual supera a los ingresos obtenidos a causa de las ventas de discos físicos tan sólo en Estados Unidos, informa la Recording Industry Association of America. Asimismo, e impulsadas por los buenos resultados, cada vez son más marcas las que incursionan en este terreno y que buscan un elemento que las haga cobrar mayor relevancia.

Al hablar de música por streaming, puede que nos venga a la cabeza firmas comerciales como Spotify, la cual cuenta con más de 75 millones de usuarios. O bien, la proveniente de la compañía de Cupertino, Apple Music, con un total de 11 millones de suscriptores, informa el director ejecutivo de Apple, Tim Cook.

Asimismo, se unen otras firmass al sector, como por ejemplo Tidal y Pandora con mil millones en platino y 81.1 millones de usuarios de forma correspondiente. Sin embargo, no todas llegan a contar con la misma popularidad y resultados positivos en el terreno, lo cual ocasiona que la batalla se intensifique y que tomen su contenido como un elemento a fortalecer.

Al considerarlo cada una de las compañías trata de brindar bibliotecas bastas donde los cantantes son el arma principal, sobre todo al considerar que existen personalidades que impiden la reproducción de sus temas dentro de determinadas firmas, tal y como pasa con Taylor Swift. Esto es tomado a favor para competir en el sector.

Tal ejemplo es el de Kanye West que va en contra de las populares dentro del sector: Apple Music y Spotify, ya que incorpora su nuevo material dentro de Tidal. Cabe destacar que esta compañía es apoyada e impulsada por Jay-Z a través de su cuenta en Twitter al afirmar que “Nothing real can be threatened, nothing unreal exists” Tidal is platinum. 1,000,000 people and counting. Let’s celebrate 10/20 Brooklyn.

Cabe señalar que la popularidad de una firma también está impulsada por los sitios en donde está disponible, tal y como pasa con Pandora, pues a pesar de ser conocida en países como Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, regiones como América del Sur no contribuyen en su crecimiento, no por decisión de las naciones, sino por parte de la marca.