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El presunto adeudo de Elektra ante el SAT fue referido por El País en los primeros días de octubre.
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La empresa ha sido el centro de críticas, por la postura de su dueño, el empresario Ricardo Salinas, contra las medidas restrictivas para enfrentar la contingencia.
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Apenas este miércoles una supuesta clienta de Elektra reclamó a Ricardo Salinas que acudiría a pagar sus adeudos a la tienda, para que este pudiera viajar en su yate.
Elektra ya sabe lo que tendrá que pagar al SAT y no es ningún abono chiquito, concepto de pago que popularizó la cadena de tienda, para dar a conocer su crédito al consumo.
Durante los primeros días de octubre se dio a conocer que el fisco mexicano tenía al menos 15 casos abiertos en contra de Grupo Salinas, dueña de empresas como Azteca y Grupo elektra.
En esa ocasión, la jefa del SAT, Raquel Buenrostro, advirtió a El País que Grupo Salinas era renuente a ponerse al día con sus adeudos fiscales.
La funcionaria ha reportado que en lo que va del año se ha revisado a 627 grandes empresas y que tenían un pendiente de supervisión de 11 mil más.
Ahora se sabe cuánto debe pagar Grupo Elektra, una de las empresas de Ricardo Salinas a el SAT.
La información llega luego de que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) confirmó que el Grupo tendrá que pagar un crédito fiscal de más de 2 mil millones de pesos, esto por una operación que se llevó a cabo en 2010 y que tuvo que ver con Mexicana de Aviación.
Este cifra ha sido revelada en una nota exclusiva de Proceso, donde se advierte que es tan solo uno de los 8 créditos fiscales que el SAT reclama a las empresas de Salinas, por un monto total de 32 mil 791 millones de pesos, todos estos impugnados por los abogados del empresario.
La noticia llega en un mal momento para Salinas Pliego. En los momentos más duros de la pandemia en México hizo pública su postura en la que advertía que el gobierno no debía de ordenar el cierre de tiendas, ni prohibir la concentración de empleados en las oficinas, cuando se decretó el confinamiento por la contingencia que aún padecemos.
Hoy volvió a protagonizar la polémica cuando reconoció que los patrones no debían de aportar a las pensiones de los trabajadores y criticó la movilidad laboral que estos ejercen, la cual en muchas ocasiones, se debe a la precaria situación laboral en ciertos lugares de trabajo.
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