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Elektra es una de las cadenas de tiendas líderes en México y un referente único de la capacidad comercial con la que cuenta en el mercado.
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Uno de los aspectos cruciales en Elektra como marca, ha sido la capacidad de esta cadena de poder establecer influencia, que contrasta con las malas prácticas en atención al cliente que se denuncian.
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El reto en retail, de brindar una atención al cliente de calidad, destaca por la experiencia que se busca mantener en estos espacios.
Un caso reportado por medios locales de Coahuila da cuenta de una orden de embargo recibida por una consumidora, quien devolvió una lavadora defectuosa a Elektra hace 14 años, solo que un mal trámite terminó, a más de una década del incidente, en un proceso legal que tiene a una consumidora en vilo.
Los hechos registrados son un pésimo antecedente en atención al cliente y un reto para las marcas, sobre todo en un momento en que se vuelve crucial entender el rol que juegan los consumidores y lo importante que es salvaguardar sus derechos como marca, en lugar de transgredirlos.
Una lavadora defectuosa
Una lavadora defectuosa ha causado un enorme lío legal, en lo que parece ser un mal trámite registrado por Elektra y que va en una orden de embargo contra la propiedad de Juanita Hernández.
La historia fue reportada por medios de Coahuila como La Prensa de Monclova, donde se ha detallado que Hernández adquirió una lavadora en la tienda de Ricardo Salinas hace 14 años, misma que devolvió por estar defectuosa.
El trámite de devolución se hizo de forma correcta debido a una falla de fábrica, solo que a más de una década del incidente, la marca llenó de oficios a la consumidora, asegurándole que tenía un adeudo pendiente por dicha devolución de la lavadora.
Según el testimonio de la consumidora, la tienda reconoció que las acciones legales emprendidas por el despacho de cobranza debieron de suspenderse, ya que ella devolvió correctamente el producto.
La historia se complicó aún más cuando en el despacho se argumentó que la devolución se había efectuado de forma correcta, por lo que asegura, el argumento pasó a un supuesto adeudo que tenía por un préstamo, mismo que niega haber solicitado.
Entre los últimos detalles que se saben de esta historia están la petición realizada por la afectada con una de las regidoras locales, para que intervenga en dicho caso, mientras que en el despacho la sentenció a liquidar 11 mil pesos con lo que se evitaría el embargo de su propiedad.
Mala atención llevada al límite
El hecho de que una marca envíe una orden de embargo a la propiedad de una consumidora, por culpa de una lavadora defectuosa es un caso extremo de mala atención al cliente, evidenciando el reto que hay en retail cuando se trata de innovar en el mercado y hacerlo de manera estratégica, atendiendo áreas clave para un negocio como lo es la relación con el consumidor.
Desde esta atención que se busca tener, no podemos perder de vista el peso que tienen las marcas en la vida del consumidor y lo más importante, la capacidad con que buscan destacar en el mercado por simples prácticas como una buena atención.
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