La propaganda electoral ya no es exclusivamente esa imagen romántica de la preciosa barda pintada, la manta que adorna nuestro paisaje citadino o los prácticos volantes que alfombran nuestras calles.
Tampoco es solamente el agradable equipo de sonido en la plaza pública, que es música para nuestros oídos, el repetitivo spot de TV o radio que vemos y escuchamos día y noche y que siempre nos entretiene o los preciosos y ecológicos pendones que cuelgan de nuestros postes.
Ahora, señoras y señores, gracias a la tecnología con la que contamos los mexicanos, y que es fruto de grandes y visionarias mentes, tenemos la oportunidad de estar más informados acerca de lo que proponen cada uno de los candidatos de las próximas elecciones. (No es cierto, es por ver el lado “bonito” del asunto).
Lo que si es cierto es que ahora la comunicación que hacen los partidos es “lo digo, pero no lo digo” o una nueva técnica de mercadotecnia política digital “PedroInfantesca” al estilo yo-te-lo-juro-que-yo-no-fui.
De repente nos encontramos con un video super viralizado en el que una niña bien (que en este caso no anuncia un producto de higiene personal para mujeres) se rebela contra sus ataduras para votar por “ya sabes quién”.
Aquí el tema es que todos se deslindan de la autoría y difusión del mismo. Hasta el mismo “beneficiado”. En eso se basa precisamente su estrategia. ¿Resultado hasta ahora? Tendencia en Twitter y permanencia en los primeros lugares, un alto número de reproducciones y de personas que lo han compartido. A eso hay que sumar la presencia en diversos medios comentando el caso y tomándolo como noticia.
Un video tan malo (sobre todo en discurso) que es exitoso.
¿Qué más? Que se sigue hablando del candidato promovido en el video, varios días después. Y gratis.
Hasta la competencia de “ya sabes quién” le sigue dando propaganda gratis. El candidato de Todos por México, Jose Antonio Meade siguió dándole vuelo al declarar: “Es un spot que abusa y utiliza expresiones religiosas que ofenden la sensibilidad de quienes comparten los valores religiosos y me parece que en la contienda debiéramos de cuidar esos límites”. Échele otra ayudadita a la competencia al darle más espacio en su espacio.
¿Qué está pasando con lo que debería ser mercadotecnia política moderna, que pueda ser efectiva porque comunica lo que debe haciendo mensajes más personales y segmentados?
Si el objetivo para competir es ampliar la base de electores a su favor, conectar más y mejor con ellos y convencer a los indecisos, ¿por qué estamos recibiendo este tipo de videos en combinación con toda la propaganda negativa que hasta ahora aparece en los “mini-debates” ocasionales que vemos en TV?
Sabemos que el tiempo dedicado al uso de internet ha superado en gran medida al tiempo frente a otros medios y que más allá del uso del Big Data es imprescindible el uso del Small Data para entender mejor cómo interactúan los usuarios (votantes potenciales) en internet y acercarse a ellos de una forma más humana. Si se sabe, ¿por qué no lo hacen? ¿Por qué siguen usando este tipo de recursos que abaratan la labor de un profesional de la comunicación, la publicidad o la mercadotecnia?
Esperemos que lo que falta hasta las elecciones, aparte que los candidatos dirijan su comunicación a propuestas reales, los que estén detrás desarrollando las estrategias de comunicación lo hagan aprovechando la condición actual de un universo de votantes microsegmentados a los que se les puede llegar a través de experiencias (reales) para que se involucren y se sientan partícipes en lo que propongan sus candidatos de preferencia. Que los partidos y sus candidatos le den contenido relevante a la gente que a final de cuentas es quien les va a pagar por gobernar.