En los medios ya no se difunden solo noticias, se ha comenzado a contar historias que conecten con todos, ya sea que se trate una inversión millonaria, un escándalo corporativo o solo una fila de personas esperando probar el nuevo croissant roulette. En cualquier lugar hay un relato con el que otros se pueden identificar.

Los periodistas ven historias donde otros no las encuentran, tienen un ojo quirúrgico para encontrar temas universales y afines a cualquier persona en medio del mundo de información al que estamos expuestos. Historias que logren cumplir con los principios del storytelling y logren transmitir sentidos y experiencias a través de palabras, imágenes o sonidos.

Como estrategas de comunicación debemos trabajar de la mano de los periodistas; con aquellos que colaboran en los medios de comunicación, y también comenzar a integrarlos a los equipos de las agencias de comunicación.

Son ellos quienes, con su experiencia como reporteros, redactores, investigadores, editores y columnistas, tienen el termómetro de dónde se encuentran las noticias o las historias que logran llegar más allá de una página a blanco y negro.

No cabe duda de que el cambio que han vivido los medios de comunicación ha puesto en jaque al oficio. Los reporteros han dejado de especializarse en industrias o temas particulares como en el pasado, las nuevas generaciones hacen periodismo desde su teléfono móvil, la información se obtiene de redes sociales… Los cambios son intrínsecos a la evolución de la digitalización.

Este cambio que han vivido los periodistas desde antes de la pandemia ha sido de gran valor cuando se suman a equipos de consultoría, con una visión fresca y creativa sobre cómo aterrizar estrategias multiformato y multiaudiencias.

La sinergia que pueden crear los reporteros y editores con los consultores, en mini redacciones al interior de las agencias, derivan en narrativas que se insertan en conversaciones con las que todos conecten en todos lados al mismo tiempo, con un solo click.

El tabú de un lado oscuro y uno no tanto dejó de existir hace tiempo, trabajar de la mano nos brinda una nueva experiencia y retroalimentación que abre un nuevo panorama de desarrollo profesional, para encontrar formas creativas de comunicarnos y alcanzar a nuevas audiencias.