Escrito por Carol Chávez Domínguez de Altazor Intelligence.
Sabemos que la pandemia ha modificado y acelerado diversos estilos de vida, categorías, dinámicas, modelos de consumo. Sin embargo, ¿qué pasó con los valores que demandamos del entorno?
En el libro 21 lecciones para el siglo XXI Yuval Harari menciona: “en un mundo inundado de información irrelevante, la claridad es poder”. Al respecto añadiría que la confianza y la seguridad son atributos que demandamos del entorno y otorgan un poder especial. Es decir, en esta época de posverdad donde las fake news atiborran nuestras conversaciones cotidianas, exigimos claridad y seguridad por parte de las instituciones, establecimientos, marcas y personas. Así, la confianza otorgada a los diversos entes forma parte de un “salto de fe” con el que esperamos sentirnos menos vulnerables y seguros.
Por ello, la confianza en pandemia se ha convertido en una moneda relevante para realizar transacciones de corte social y económico.
En e-commerce, el incremento de consumidores también se debe a la confianza en las plataformas de compra, así como al aprendizaje de nuevas interacciones con el producto (donde no hay contacto directo, pero sí hay confianza en los comentarios de otros compradores). Otro escenario es el sanitario, un aprendizaje al inicio de la pandemia fue “lejos estamos mejor”, pero “si queremos estar juntos”, debemos confiar en los demás. La confianza en las vacunas y los gobiernos también ha permeado en las campañas de vacunación y en las corrientes anti vacuna.
Ambos escenarios se traducen en la confianza que otorgamos a los demás sobre nuestras interacciones. Esto ha hecho que diversas marcas enfaticen sus objetivos en la fidelización de clientes, la reputación y la capacidad de respuesta. Con lo que nos invitan a pensar en nuevas estructuras (laborales, digitales, educativas, etc.) que se basen en la confianza.
Al vivir en una época saturada de datos, además de recibir información clara es importante confiar en nuestros interlocutores y que ellos, confíen en nosotros.