En redes sociale se viralizó un caso que sirve como ejemplo para reconocer la importancia de la atención al cliente dentro de cualquier negocio o emprendimiento para lograr que las marcas se posicionan como entre las favoritas de los usuarios o sean reconocidas por el buen trato desde el momento de pedir informes.
Por medio de una conversación n por WhatsApp una persona pide informes para una clase de ballet con la intención de que estas sean en línea, por lo que la compañía de baile asegura que sí están disponibles ante la contingencia, tienen una duración de dos semanas y son a partir de los 10 años porque la clase “si está un poco pesada”.
La señora cuestiona si no están trabajando debajo de una lona, para lo cual la persona encargada de atenderle le señala que esa es su ubicación regular, pero por la contingencia solo realiza clases por internet, pero si tiene interés en clases presenciales deberá esperar a que se reanuden las actividades a lo que la persona asegura que ella solo buscaba clases en línea por la cuarentena.
Problemas con el género
La academia de baile le dijo que las clases eran para niñas de 10 años, lo que la persona cuestionó preguntando si a niños no los aceptaban, por lo que se le respondió que sí, solo que normalmente solo piden informes para niñas, pero que la maestra estaba capacitada para enseñar ballet por igual; no obstante, la persona aseveró que su intención era la de inscribir a su hija pero que no quería que fuera en un grupo mixto. La academia seguró que no habría problema alguno porque rara vez había niños.
Horarios y la ubicación
La señora buscó eran los horarios porque siempre que pasaba estaba cerrado a lo que le respondieron, de nueva cuenta, que por la pandemia buscado cerrado, pero que las clases continuaban en línea a lo que se le respondieron a la academia que la persona buscaba clases en línea, no presenciales.
No suficiente con eso, la persona volvió a preguntar los horarios para las clases porque “siempre que paso está cerrado”, a lo que la academia volvió a reiterar que solo hay clases en línea y le indico que los horarios eran de lunes a viernes, durante dos semanas, donde los horarios dependen del rango de edad del menor.
La edad fue la cereza del pastel
La señora había preguntado hasta qué edad había clases, se le comentó que no una restricción, y señaló que su hija tenía 5 años, por lo que la academia le reiteró que solo había clases para niñas de 10 años en adelante, pero que cuando pasara la contingencia en las clases presenciales contaban con inscripción desde los 3 años.
Ante esto, la señora reclamó asegurando que le comentado que entre más jóvenes mejor, por lo que se le contestó que ante la pandemia dejará de recibir a niños más pequeños porque al no tener un profesional ahí podría hacer mal un ejercicio y lastimarse.
Ante esto llegaron a la conclusión de que la niña entraría a las clases de 10 a 13 años siempre y cuando la madre estaba presente para seguir los ejercicios con la menor, sin embargo, la mujer terminó por pedir la dirección de la maestra para poder llevar a la niña a las clases o preguntó si era ella quien iba a su casa, la academia le recordó que las clases eran en línea, a lo que la mujer volvió a responder si su hija de cinco años podría entrar.
La señora aseveró que su hija tenía experiencia, la cual era solo un mes, por lo que la academia solo le dijo que ya no tenía lugares disponibles, pero que cuando se vaciara uno se le avisaba. La mujer siguió cuestionando por qué el lugar estaba cerrado y si se pagaba por las clases, al saber que sí se necesitaba de un depósito terminó por decir que no le interesaba.
Reitera la importancia de la atención al cliente
El caso anterior reitera que la atención al cliente debe ser una de las mayores herramientas de marketing para cualquier empresa que busque establecer puntos de contacto con los clientes antes, durante y después del proceso de venta de un producto o servicio.
La intención de un buen servicio al cliente es que siempre el consumidor se siente satisfecho con la compra que hizo o está por hacer, por lo que los negocios deben buscar brindar apoyo, asesoría, orientación, instrucciones y todo aquello que facilitar este proceso.
De acuerdo con un informe de Zendesk sobre las tendencias de la experiencia al cliente, el 66 por ciento de los clientes señalaron que la experiencia es más importante para ellos ahora que antes de la pandemia de coronavirus.
Asimismo, señaló que el 50 por ciento de los clientes le compraría a un competidor, después de tener tan solo una mala experiencia con alguna empresa. En caso de ser más de una experiencia mala, ese porcentaje sube al 80 por ciento.
Aunque en casos como este suele ser algo complicado tratar a los posibles clientes, es importante que quien se encargue del área recibida la capacitación necesaria para llevar a cabo un cabo un cabo un cabo este tipo de situaciones y se concreta un acuerdo que beneficie a ambas partes.
LEER MÁS