“La Organización de las Naciones Unidas afirmó que esta es la peor crisis a la que se ha enfrentado el mundo desde la Segunda Guerra Mundial”.
Las crisis tienen una connotación desfavorable u optimista
Es el firme carácter de las personas hombres, mujeres, niñas y niños la vacuna para sacudir la marea emocional que nos ha generado esta pandemia y así poder transitar con conciencia emocional y racional, considerando la importancia de contar con un mapa de navegación, que prevea los diversos escenarios que la vida, hoy y siempre, nos pondrá enfrente.
¡Una buena noticia, crisis también significa oportunidades!
Las crisis, como la que estamos viviendo en este pleno año 2020, generan perturbación, pero ante ésta, también cada una de las personas -y la sociedad civil en su conjunto- deberán mostrar el carácter que permitirá hacer las reflexiones necesarias para decidir cuál será la vía correcta en esta encrucijada, de tal manera, que permita fortalecer con nuevos paradigmas y retornar hacia una situación de sano equilibrio en sus ámbitos familiar, laboral, económico, social y el de la relación política y burocrática con los gobernantes.
En la encrucijada surgirán emociones y sentimientos
Una crisis en su fase negativa, “navegará en un camino vinculado con un sinfín de emociones y sentimientos”, y pesará considerablemente como se procese y entienda la propia responsabilidad. Lo que hoy especulemos y sembremos en nuestra mentes y voluntades, será lo que recolectemos mañana.
Aprovechemos estos días de encierro en los hogares (#QuédateEnCasa) en los que estamos comprometidos a respetar como racionales y civilizadas personas y sociedad, para que en estos momentos proyectemos, (en el tiempo y espacio disponible del hogar), reflexiones que nos permitan hacer brotar con soltura, algunas preocupaciones y sus posibles soluciones:
- Unas serán referentes a las relaciones y responsabilidades hasta el día de hoy de cada uno de nosotros, y otras, referidas a los cuantiosos roles en los que navegamos en la vida.
- Unas más estarán enfocadas a visualizar la crisis y pensar de qué manera, “cuando baje la marea pandémica de salud”, podremos reintegrarnos, para enfrentar y enderezar los diversos escenarios que han sido trastocados, modificados o lastimados, – cómo jamás lo habíamos vivido -en nuestros ambientes: familiar, laboral, social, económico y de nuestra relación política y burocrática con los gobernantes.
Esas reflexiones podrían llevarnos en algunos casos, a no tener la respuesta inmediata o adecuada o posible y sarcásticamente, esas preocupaciones nos aprisionarían en callejones sin salida, lo que podrían generar heterogéneas y confusas emociones; es aquí donde estamos invitados a conocer y entender ya que, en el universo de las emociones, está parte de la solución.
Nuestras emociones y el conflicto con los roles
En cualquier crisis, – y más en esta marea despiadada -, es importante saber de buena tinta cómo brotan nuestros pensamientos, consecuentemente las emociones, que son sentimientos encontrados, negativos y positivos; todos estarán profundamente conexos con los diversos roles y responsabilidades que la vida nos ha puesto delante. Habremos de entender que los sentimientos, desde la psicología, se consideran las experiencias subjetivas de las emociones.
En este ajedrez de emociones, generado por esta crisis, sin duda alguna, se modificarán muchos paradigmas en todos los ámbitos, económicos, políticos, sociales, religiosos, académicos, etc.; no tenemos duda alguna que, en todos esos ámbitos, se deberá elevar la concepción de ser humano como el centro de nuestras decisiones y acciones.
Ahondar en el tema de las emociones, no es el propósito de esta colaboración, sin embargo, si lo es el apuntar como la medula de este texto, la importancia de conocer cómo las emociones han determinado y determinarán el pasado, presente y futuro de la humanidad; y esta crisis las ha despertado bruscamente, y si queremos ser mejores como seres humanos y como sociedad debemos empezar por entendernos y entender a los demás.
El Universo de las Emociones
Hemos de resaltar el trabajo de investigación que han realizado Eduard Punset, Rafael Bisquerra, y Palau Gea, con el cual germina un extraordinario libro titulado “Universo de Emociones”, el libro cuenta con un mapa, en donde han logrado plasmar hasta 307 emociones diferentes que, según su grado de intensidad, se ligan y representan en “10 Galaxias” que las incorporan. Los autores de dicha obra nos señalan 10 emociones principales y de ellas cuelgan todo ese universo de emociones, las cuales en la gráfica siguiente se clasifican en negativas, positivas y neutras.
Las emociones tienen funciones específicas en el organismo como:
- Asegurar la supervivencia.
- Preservar la integridad física.
- Ayudar a la construcción de lazos afectivos.
- Influir en la regulación homeostática, (implica a mecanismos de autorregulación de los seres vivos)
En esta y cualquier otra crisis las emociones y consecuentemente los sentimientos son y serán tan diversos como personas enfrentan un momento común de crisis. En esta pandemia lo que nos hace a todos semejantes, en las emociones y sentimientos, es el miedo, angustia o incertidumbre por el hecho de que cualquiera puede ser infectado y cualquiera podría fallecer.
Que tan preparados estamos
Este preámbulo nos sirve para preguntarnos: ¿Quiénes y cuánto están preparados para enfrentar una crisis como ésta u otra, a nivel mundial, nacional, local, familiar, personal?; vaya pregunta, difícil de contestar, ya que son diversas variables las que podrían concurrir en el momento de enfrentar riesgos o crisis de esta magnitud, sean personales o comunitarias, locales o globales.
Ante lo anterior y para ejercer un auténtico liderazgo personal, familiar, social, organizacional y político, será clave, que existan liderazgos personales, asociados o compartidos, que se sujeten en un estable y firme carácter, lo que se constituiría como la vacuna para remover la marea exaltada de esta y cualquier crisis.
Los líderes transformadores
Ellos para transitar en un mundo de incertidumbre precisan de un mapa previamente preparado, con conciencia emocional, ética, y siempre anteponiendo al “Ser Humano” como el centro de nuestras acciones e intenciones, solo así podremos decir que hoy estamos aprendiendo y aprehendiendo una gran lección personal, familiar, social, como país y mundo.
Notas al calce: México requiere un plan de rescate económico acorde a la realidad nacional. Hacemos un llamado al presidente Andrés Manuel López Obrador para que adopte las mejores prácticas internacionales, en favor de las familias mexicanas. Sobre ello la #SeñalCoparmex
Y mientras repasamos y concertamos esas “emociones y acciones que impedirán que naufragamos en “la balsa de la pandemia”, recordemos el #PoderosoNoSalgas, #QuédateEnCasa