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El marketing estacional permite a las empresas que sus marcas, servicios y productos puedan programar sus ofertas con base en las épocas del año.
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El turismo, desde luego, no es ajeno al marketing estacional y aprovecha los periodos vacacionales más amplios, como el Fin de año y el verano.
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Las costumbres de las personas y sus procesos determinan también sus hábitos de consumo con base en la temporalidad.
Las costumbres de las personas y sus procesos determinan también sus hábitos de consumo con base en la temporalidad y esta condición es aprovechada por las marcas para desarrollar sus estrategias y el marketing estacional es uno de los ejemplos más ilustrativos de ello.
El marketing estacional permite a las empresas que sus marcas, servicios y productos puedan programar sus ofertas con base en las épocas del año y las fechas que el calendario va marcando a lo largo de los meses.
Así, el año arranca con los festejos de Año Nuevo y las marcas retoman esta celebración para seguir, en México, con el Día de Reyes, Día del amor y la amistad, la llegada de la Primavera, Día del niño, Día de la Madres, Día del Padre, Orgullo LGBT, verano y tiempo de vacaciones, regreso a clases, fiestas patrias en México -septiembre- Halloween y Día de Muertos y Navidad, entre otras fechas.
Para cada una de estas ocasiones hay que desarrollar planes de marketing que retoman las características de cada fechas, su naturaleza, sus hábitos de consumo y hasta el perfil de quien celebra cada una de estas fiestas.
El turismo, desde luego, no es ajeno al marketing estacional y aprovecha los periodos vacacionales más amplios, como el Fin de año y el verano, que coinciden con asuetos escolares más extendidos. Empresas de transporte, hotelería y gastronomía, así como sitios web y aplicaciones móviles.