Por Paco Santamaría y Anaí Aguilar
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Paco X. Hoy nos invitaron a Valle de Bravo a Kultur 2011. Nosotros llegamos como si nada, muy quitados de la pena, así, sin saber muy bien a qué nos enfrentábamos. Después de la desmañanada al fin llegamos. Lo que tiene un formato de foro que es lo que nos toca, yo más bien lo veo como una mezcla entre política turística y política cultural, algo poco aterrizado al turista común, de a pié, que decide con su presupuesto a dónde ir , ¿playa o museos?, ¿tú crees que sea factible fusionar estos dos conceptos? , ¿crees que la política cultural y turística pueda al fin tener una sensibilidad de mercado y entender al paseante real y común?
Anaí Y. Lo veo bien complicado. Parece que a los museos les aterra la palabra mercadotecnia, y a las playas, la palabra gente. Es un poco contrastante que propongan el turismo como una fuerza económica, pero lo limiten a una industria que no es negocio. A veces me confundo. Creo que como una buena investigación de mercado, tienen que establecer un objetivo y una metodología. Yo veo muchas ideas volando en el aire. Hay quienes defienden a los Voladores de Papantla y a los grupos étnicos, y hay quienes construyen museos en medio de centros comerciales.
Contrastes, muchos contrastes en la política turística. Y dentro de esta política, viene alg, todavía más intangible pero bien idealizado: la cultura. ¿Cómo entiendes la cultura dentro de este espacio?
Paco X. Diste en el clavo. La palabra cultura que es tan amplia y tan subjetiva. ¿Cómo mezclar la cultura y el turismo? La cultura es todo lo que hacemos, lo que vivimos, lo que somos, lo que comemos, lo que dibujamos y cómo nos divertimos. Todo lo que hacemos y cómo lo hacemos, la cultura no discrimina, en ella entra todo. Es por esto que en foros como Kultur debe quedar muy claro qué hacer y cómo hacerlo.
Diseñar el producto específicamente y dejarse de politiquerías y retórica. Hacer cosas y empezar a detectar mercado, perfiles de consumo y productos que tengan turismo-cultura. Verlo todo más con un enfoque gana-gana. Me quedé con la idea de ver a los de los museos públicos muy territoriales defendiendo el “patrimonio” de los mexicanos a capa y espada, sin pensar en cómo hacer una mercadotecnia responsable, sustentable y que sume. En corto, hay que dejar de hablar y comenzar a hacer mercadotecnia que haga sinergia. ¿A ti qué te dejó el foro Kultur 2011?
Anaí Y. Me deja muchas cosas. Muchos esfuerzos dirigidos a un sólo propósito. Muchos talentos y expertos en el tema con capacidad de darle más fuerza. Un gran negocio, sin ser visto como uno real. Me pongo a pensar en que les falta por ahí una mente que lo vea como un negocio y lo impulse como tal, deje a un lado el idealismo y romanticismo en el que el turismo/cultura pueda llegar a convertirse.
No se están acercando al cliente final, ¿quién le ha preguntado al turista qué es lo que quiere? Es como lanzar al mercado un producto que nadie quiere, porque nadie se ha tomado el tiempo de preguntar…. Creo que eso es lo que hace falta en esta industria, ¿estás de acuerdo conmigo?
Paco X. Sí, falta sentido común y visión de cliente real, saben que tienen que hacerlo pero no tienen idea de quién es su cliente, no le han puesto cara ni forma. No lo conocen. Hay mucha euforia y discurso pero poco conocimiento del cliente, me parece una excelente iniciativa el crear un producto que mezcle turismo y cultura, pero falta concretar y meter el gol ¿no crees ?
Anaí Y. Exacto. Tú como turista, ¿qué pedirías?
Paco X. Algo fácil, cómodo, próximo y rápido. Cero complicaciones, porque un viaje es como para evadirse, no para pensarle. Quiero como turista, vivir experiencias costo beneficio y según mi presupuesto. Quiero viajar. Lo que menos necesito es que me den discursos y políticas públicas; ¿tú qué esperas como turista? ¿Cómo te podría vender yo un producto de cultura-turismo?
Anaí Y. Yo espero algo diferente, que me vendan un viaje sin darme cuenta. Como ir flotando. Lugares que sean turísticos, pero que no parezcan. Cero aglomeraciones, cero ticketsitos, cero guías. Que el lugar se deje conocer por sí solo, por su historia, por su esplendor, por su comunicación. No es tan difícil. El tema aquí es cómo promoverlo.
Paco X. Como diría Alex Lora, parece fácil pero es difícil. Estoy de acuerdo con iniciativas como Kultur para generar políticas públicas que produzcan actividad cultural-turística, pero no hay que quedarse en el debate nada más y en la discusión. Hay que hacer ya algo, porque la marca México cada vez se destruye más, por la imagen que estamos proyectando hacia afuera y hacia adentro de nosotros mismos como país.
Urge reactivar el turismo en general y aprovechar este segmento del turismo cultural ¿cómo? Pues como ya no le creemos al gobierno, utilizando las últimas declaraciones publicadas en medios de la maestra Elba Esther Gordillo, pondría en una licuadora lo siguiente: embajadores mexicanos que promuevan su propio destino y origen con otros mexicanos y fuera del país –eso sí, embajadores con capital ético, es decir, sanos y honestos–, porque no hay mejor promotor de un destino que quien nació ahí o se considera ya adoptado por el lugar.
Un personaje por destino o producto cultural-turístico, luego agregaría una buena campaña en medios, tipo Iniciativa México pero real para que cada medio ofrezca una forma casual, promueva un destino o producto, después agregaría algo de redes sociales con mucha foto del lugar y algún concurso del viaje más “likeado”. Eso sí, daría a los ciudadanos la imagen de toda la campaña, ciudadanos de carne y hueso. Lo que nunca agregaría es alguna esencia de política o políticos ¿cómo ves, voy bien o me regreso?
Anaí Y. Me encanta. Y una forma ñoña y política de decirlo, exiges participación ciudadana. Que nuestros ojos plasmen la belleza de nuestro país, y nuestra boca comunique positivamente nuestra marca, México. Es la única forma de hablar de turismo hoy por hoy apoyada de un movimiento crowdsourced. Son esfuerzos reales, con turistas, lugares y reseñas reales que no lucran al platicar sus experiencias.