Las largas jornadas de trabajo, el estrés que genera la presión creciente sobre las labores así como la complejidad para encontrar un equilibrio entre la vida profesional y los aspectos personales, han convertido al trabajo en una verdadera causa de muerte.

Esta es la gran conclusión a la que llega Jeffrey Pfeffer en su libro “Muriendo por un salario”, obra en la que estudia las últimas estadísticas sobre los efectos que el entorno laboral actual tiene en la salud de los trabajadores estadounidenses, las cuales demuestran, literalmente, que el trabajo está matando a la gente.

Para darlo una idea, según lo publicado en dicho libro, se estima que en Estados Unidos, el 61 por ciento de los empleados considera que el estrés los ha enfermado y el 7 por ciento asegura haber sido hospitalizado por causas relacionadas con el trabajo.

De hecho, sus estimaciones apuntan a que el estrés está relacionado con la muerte anual de 120 mil trabajadores en aquel mercado.

EL problema representa un costo interesante para los empleadores. Según el profesor de la Escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad de Stanford, el estrés laboral cuesta a las empresas cerca de 300 mil millones de dólares en Estados Unidos.

Lo que sucede en México

En este sentido, cuando Pfeffer afirma que “el trabajo está matando a la gente y a nadie le importa”, no lo dice en un sentido metafórico.

De hecho se trata de una realidad que crece de manera especial en diversos mercados alrededor del mundo, en donde naciones como México parecen padecer de forma particular este fenómeno.

Para muestra basta con enristra diez datos sobre las afectaciones que el entorno laboral actual y sus características tienen en la salud de los empleados en México y a nivel mundial:

• Un estudio reciente firmado por la UNAM indica que en México, 85 por ciento de los centros de trabajo son tóxicos, es decir, no cuentan con las condiciones adecuadas para el desempeño de sus empleados.
• Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cada año 2.34 millones de personas mueren por accidentes y enfermedades relacionadas al trabajo, y se registran 160 millones de casos por enfermedades no mortales vinculadas al área laboral.
• México es el país en donde los trabajadores padecen mayor estrés laboral. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que 75 por ciento de los mexicanos padece esta enfermedad.
• Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), indica que el estrés, la depresión y ansiedad que genera el trabajo, equivalen al 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global, en pérdidas anuales.
• Un reciente estudio firmado por Hays revela que la principal razón por la que las personas no divulgan un problema de salud mental relacionado con este fenómeno es la preocupación de los impactos que esto podría tener en su desarrollo profesional (40 por ciento), mientras que el 38 por ciento afirma que no serían entendidas por sus jefes directos o sus colegas.

¿Quieres ser rentable? Atiende el problema

Para las marcas y organizaciones estas cifras pintan un problema mayúsculo que, además de afectar de manera importante la salud de sus colaboradores, se traduce en mermas en términos de productividad y rentabilidad.

Para darnos una idea, basta con reconocer que los problemas psicosociales en el trabajo (como los es el estrés, la fatiga crónica, ansiedad) ocasionan pérdidas por 16 mil millones de pesos a las empresas en el país de acuerdo con datos citados por la firma consultora AON.

Ante las crecientes exigencias del mercado y lo complejo que resulta mantener relevancia en el mismo, para las organizaciones de todo tamaño resulta vital entender así como atender este tipo de situaciones. No se debe olvidar que mantener niveles de competitividad adecuados tienen que ver, en primera instancia, con los colaboradores que dan vida a cualquier compañía.