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La conferencia entre la cámara baja del Congreso y los CEOs de las Big Tech se está llevando a cabo de forma virtual
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Sin embargo, algunos críticos de estas compañías han puesto carteles en donde retratan a sus líderes como invasores del Capitolio
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Zuckerberg se ha defendido de las acusaciones de los legisladores diciendo que la polarización del país no es culpa de sus plataformas
No están marchando bien las audiencias entre los líderes de las mayores Big Tech en Estados Unidos (EEUU) y las autoridades del Congreso. De acuerdo con Reuters, los CEOs de Google, Twitter y Facebook están bajo intenso asedio de la Cámara de Representantes. El objetivo de esas entrevistas es discutir, entre otras cosas, el impacto de la desinformación y el extremismo en sus plataformas. Esto, tras la controversial invasión al Capitolio el pasado seis de enero.
La Cámara de Representantes criticó el rol de estas Big Tech en la difusión de fake news sobre la vacuna y la pandemia de COVID-19. Asimismo, se les señaló por ser responsables, en parte, de la invasión al Capitolio en enero pasado. El demócrata Frank Pallone, líder del comité de Energía y Comerció, afirmó que su “modelo de negocio se ha vuelto el problema. El tiempo de la autorregulación se acabó. Ahora es momento de legislar y hacerlos responsables ante la ley”.
Pallone también señaló a estas Big Tech por no haber podido cambiar sus plataformas en una forma significativa luego de haber jugado un papel en “fomentar una insurrección”. Por otro lado, los representantes republicanos criticaron a Google, Facebook y Twitter por las acciones que consideran están limitando la libertad de expresión de voces conservadoras. Estas dos acusaciones parecen sugerir que el Congreso se prepara para reformas a la Section 230.
¿Qué sigue después de la audiencia con la Cámara de Representantes?
Aunque la reunión de estas Big Tech con el Congreso empezó apenas hoy, desde ayer que está generando olas en la industria de tecnología. En preparación para su entrevista, el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, liberó una serie de propuestas para reformar la Section 230. De acuerdo con Reuters, el empresario estaría de acuerdo con presentar cargos legales contra sus negocios. Pero solo si no pueden mostrar que se siguieron las mejores prácticas posibles.
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Es evidente en estos procesos que el gobierno de EEUU está cada vez más harto de las Big Tech. En este sentido, ¿qué podría suceder luego de esta audiencia? Muchos expertos temen que se reforme la Section 230, una legislación que da inmunidad legal a las marcas ante lo que hagan sus usuarios dentro de sus ecosistemas. Según The Hill, la bancada democrática en el Congreso ya ha introducido propuestas de reforma para eliminar algunas de las protecciones.
Sin embargo, no es seguro que estas modificaciones lleguen al final del camino. De acuerdo con CPJ, una reformulación de la Section 230 no solo abriría las puertas para litigios contra las Big Tech, sino también contra medios de noticias. Específicamente, aquellos proyectos más pequeños, que podrían ser desterrados de estas plataformas. Esto, simplemente porque sería más fácil para estas redes tomar acciones preventivas excesivas que enfrentar demandas.
El drama global de las Big Tech
Cabe mencionar que no solo EEUU está pensando ponerse más exigente con los gigantes de tecnología. Por ejemplo, en Reino Unido se presentó una propuesta este fin de semana para obligar a Google a ser más proactiva en el combate a los fraudes financieros. Específicamente se le quiere obligar a buscar y eliminar aquellos sitios maliciosos que podrían robar los datos de sus usuarios. Sin embargo, cabe destacar que el proyecto no vino de ningún legislador.
Reino Unido también tiene pique con otra gran representante de las Big Tech, Facebook. Hoy mismo le dio un ultimátum a la plataforma de Mark Zuckerberg con respecto a la adquisición de Giphy. Desde hace meses que el gobierno británico está analizando si esta compra podría llevar a un entorno anti-competitivo. Ahora, le dieron cinco días hábiles a la plataforma para convencerla que esta operación no significará una consolidación de un monopolio en el futuro.