Santiago, Chile.- La publicidad tuvo, tiene y tendrá el mismo objetivo: ofrecer las alternativas disponibles de productos y servicios para que el cliente pueda elegir de manera consciente. Sólo la forma varía con los años, de acuerdo a las modas y a la creatividad de los grupos y agencias encargados de ella. Eso, por el lado del emisor. El receptor es otra cosa. Un misterio total, dotado de muchos factores que se deben considerar a la hora de hacer una campaña.
Edad, género, grupo socioeconómico, motivaciones asociadas y otros tantos etcéteras son características que requieren un extenso análisis previo a la definición de una campaña. Sin embargo existen dos puntos que, si se consideraran a menudo, generarían mejores resultados: la emoción y el humor.
Me dirás que es fácil hablar de estos dos elementos y difícil conseguir que el target reaccione a ellos. Es cierto, para obtener buenos resultados se requiere un gran conocimiento del ser humano, para saber qué ‘botones’ presionar y cómo conseguir lo propuesto. Nuevamente, todo dependerá del grupo objetivo al que apuntamos.
La emoción siempre será más manejable. Todo tenemos claro que un niño, un anciano, las relaciones humanas, la reconciliación, una mascota y otros similares pueden provocar emoción hasta en los más duros, pero son sólo conceptos generales. El “llevar a cabo” la idea en forma exitosa, dependerá de los creativos.
El humor es un factor maravilloso para que, asociado a una marca, sea el responsable de la recordación de la misma. Hay varios tipos, elegir el adecuado es esencial.
Por lo general, el humor apunta a productos masivos, como el caso de los comerciales de Virgin Mobile, VTR o ICE Tea, pero cada uno lo consigue de forma distinta. El primero apunta al humor grotesco; el segundo busca una masividad más elitista (los que son capaces de encontrar el lado “intelectual” al comercial) y el tercero utiliza un solo un chispazo de humor y pretende masificar una “nueva forma de tomar el té”.
En lo personal, creo que el sutil encanto del humor- una especie de equilibrio entre los tipos mencionados en al párrafo anterior- no sólo provoca recordación, sino que incluso genera ganas de ver los comerciales nuevamente. ¿Un ejemplo? La campaña que realiza el sitio de ventas Yapo.cl. Disfrútenlo.