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CBS, canal que tendrá la transmisión oficial de esta edición del Super Bowl el próximo 3 de febrero, vende espacios publicitarios de 30 segundos a un precio de entre 5.1 y 5.3 dólares.
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La final del año pasado logró atraer a 103.4 millones de espectadores, cifra que representó la menor cantidad en nueve años.
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De 2012 a 2013, el precio de un spot para el Super Bowl subió 500 mil dólares
A poco más de dos semanas para que la patada inicial se dé, las marcas comienzan a ultimar detalles para celebrar uno de los eventos deportivos que se presenta como una gran plataforma publicitaria, el Super Bowl.
Se trata de uno de los eventos más esperados cada año, en donde diversas firmas buscan ser parte de la conversación que se genera alrededor de la final de la NFL.
Mientras algunas marcas deciden encontrar medios alternos para capitalizar la popularidad del evento sin tener que pagar por algún espacio publicitario oficial durante la transmisión, existen otras que no escatiman para aparecer en estos espacios que, por muchas décadas, fueron entendidos como exclusivos como consecuencia de su alto costo.
¿Los precios han tocado techo?
La pregunta que gira alrededor de todo esto es si pagar grandes cantidades sigue siendo rentable para los anunciantes y el freno en el alza de los precio en los anuncios del Super Tazón podrían indicar no.
CBS, canal que tendrá la transmisión oficial del evento el próximo 3 de febrero, vende espacios publicitarios de 30 segundos a un precio de entre 5.1 y 5.3 dólares, de acuerdo con diversos medios.
Esta cifra es similar al precio manejado en la edición pasada de dicha final. De acuerdo con Kantar Media, en aquel momento, la NBC vendió cada spot en 5.24 millones de dólares.
La comparación entre ambas cifras habla de un nulo o muy bajo crecimiento, hecho que antes de favorecer a las marcas, puede ser un indicador que podría poner en tela de juicio la rentabilidad de este evento para el negocio de sus anunciantes.
Todo es cuestión de audiencia
Aunque el Gran Tazón se mantiene como el evento televisivo del año más visto en Estados Unidos, lo cierto es que la audiencia alcanzó su punto máximo hace cuatro años en la edición de 2015; desde ese momento la cuenta se ha mantenido a la baja.
Basta con reconocer que la final del año pasado logró atraer a 103.4 millones de espectadores, cifra que representó la menor cantidad en nueve años.
EL freno en el alza del precio puede estar alineado a este aspecto. A menos audiencia menor precio, pero menor exposición para las marcas.
Los precios de los anuncios del Super Bowl aumentaron de manera constante durante la última década y en algunos años dieron grandes saltos: de 2012 a 2013, el valor subió 500 mil dólares, consignó Kantar Media, y se incrementó en 400 mil dólares entre 2015 y 2016.
Para este año, los precios parecen haber tocado techo y aunque CBS ha vendido más del 90 por ciento de su inventario, según Bloomberg Intelligence, este podría ser peor año para la publicidad del Super Bowl tanto en términos de ingresos como de audiencia. Si los precios no muestran variación sería la peor lectura desde 2010, cuando Estados Unidos se recuperaba de la crisis económica de 2008.