Ya desde enero empiezan a aparecer comunicación acerca de la fecha y todo lo que conlleva esa “celebración” del Super Bowl. Lo pongo entre comillas porque aquí he hablado mucho acerca de ello: la forma en que la NFL ha creado un producto ideal en torno a una fecha y ha ido creando una tradición familiar y de amigos en torno al consumo. Evidentemente esto ayuda a mover la economía, por supuesto. Pero es un fenómeno real del que he hablado con anterioridad.
Tan solo para ponerlo en perspectiva: El Super Bowl es el espectáculo deportivo más visto en todo el mundo detrás del Mundial y los Juegos Olímpicos. Nada mal para un espectáculo que es propio de la cultura norteamericana. Es ese el día en que todas las personas miran “algo relacionado” a ese espectáculo. Quizás no te gusta en lo absoluto la NFL, pero quizás estás pendiente del espectáculo de medio tiempo. Probablemente no te gusta, pero es el único día en que te disfrazas como jugador de NFL y aprovechas para pasarla en familia. De cualquier forma, es un espectáculo redondo y, en ciertos sentidos, la audiencia perfecta ya que juega prácticamente con todos los perfiles demográficos y psicográficos prácticamente de todo el mundo. Una barbaridad si me lo preguntan.
Y bajo ese contexto es que las marcas invierten millones en colocar un TVC de 30 segundos para esa audiencia. Los costos más altos de publicidad en medios se da precisamente durante la transmisión del Super Bowl. Tan solo en el 2023, esos 30 segundos costaron $7,000,000 USD. Por ello, se trata de la crema y nata de la publicidad. No por nada todas las agencias se preparan para ese momento: es donde se estrenan las grandes producciones: donde se juega con la mayor creatividad —al menos dentro de los medios convencionales, particularmente TV—.
Durante el 2023, marcas como Budweiser, Bud Light, Doritos, Pepsi, Uber, Kia, General Motors o Pringles, se anunciaron en el SB. Pero no solo es el acto mismo de anunciarse durante 30 segundos, sino que también se preparan campañas completas de teaser y lanzamiento. Además de ello, es importante resaltar todo el share alcanzado con los medios digitales. Porque una cosa es lo que se ve durante 30 segundos, pero una cosa muy diferente es lo que se habla en el mundo digital después de verse el comercial. Y creo que es ahí, donde verdaderamente se amplifica el WOM. Es ahí donde se crea la verdadera conversación en torno a tu marca.
Por poner un ejemplo, durante la transmisión del SB 2013, toda la conversación se dio en torno al apagón que sucedió en ese año. Pero más aún, la marca Oreo, que no se había anunciado en TV, fue quien ganó la conversación en redes sociales. Y, de hecho, sus menciones superaron a todo lo que estaba sucediendo en el partido gracias a que supo aprovechar la tendencia adecuadamente.
Lo mismo sucedió el año en que se anunciaron estrenos de series, como el caso de “House of Dragon” de HBO, que, apenas se anunció el estreno y se corrió su anuncio, de inmediato permeó a medios digitales y ganó la conversación. En cualquier caso, las marcas ganan. Y se vuelve un ciclo continuo gracias a la variedad de público que se encuentra viendo el Super Bowl. Nuevamente, una genialidad si me lo preguntan.
Y es que, ahora que lo pienso, no hay otro evento de esta magnitud: no es como que te sientes en familia a ver la premiación de los Oscars, por ejemplo. Quizás acaso sucede lo mismo con la final de la Copa del Mundo o la inauguración de Juegos Olímpicos; pero desde hace al menos 20 años, el SB se ha convertido en una fiesta y una tradición que se asocia a lo familiar.
Yo no sé quién haya hecho esa planeación de marca a nivel estratégico, en un nivel tan profundo, que llevara tanto tiempo y que, aún hoy, se mantenga vigente para los próximos 20, 30 o 50 años. A quien haya sido, creo que es un genio de la mercadotecnia y publicidad como pocos en el mundo.
La NFL y el SB seguirá expandiéndose y seguirá moviéndose, lo que es indiscutible es la forma en que juegan con el público perfecto que se encuentra sentado viendo una televisión, precisamente en un panorama donde la pantalla del celular es la que domina al mundo.
Algo de locos, si me lo preguntan.