Cuando vuelves a leer un libro, despuƩs de muchos aƱos de haberlo hecho por primera vez, es como si leyeras otro libro.
No existe un libro que sea aparentemente infantil, que deje tanta huella en los lectores de todas las edades y generaciones. Cuando leemos la obra maestra de Antoine de Saint-ExupƩry a los 10 aƱos, no es el mismo libro que cuando lo leemos a los 20, a los 30 o a los 40.
Hoy El Principito, es el segundo libro que se ha traducido a mĆ”s idiomas despuĆ©s de la biblia y por ende uno de los mĆ”s leĆdos, cumple sus primeros 75 aƱos; la conmemoraciĆ³n puede funcionar perfectamente como el mejor pretexto para hablar del storytelling y el impacto que podemos llegar a producir al contar una buena historia.
Algo que hace tan poderosa a la narrativa de El Principito es que invita a abrir los sentidos y ver mĆ”s allĆ” de lo que podemos ver, es decir, hace uso de la inteligencia para estimular nuestro sentido de la fantasĆa (recordar el pasaje del dibujo del sombrero, que en realidad es un elefante que fue devorado por una boa).
En ese sentido, podemos decir que el recurso del storytelling, aplicado a nuestras marcas, no sĆ³lo es Ćŗtil para llamar la atenciĆ³n del potencial pĆŗblico consumidor, sino de dejar un mensaje que aporte un beneficio para los lectores.
De la misma manera que El Principito ofrece una efectiva lecciĆ³n de empatĆa, esperanza y esfuerzo para superar un duelo, las marcas pueden echar mano de sus bondades para generar historias que perduren en el imaginario colectivo y lograr esa misma efectividad.
La realidad es que una buena cantidad de marcas que han superado el paso del tiempo han sido forjadas, en gran parte, por la pericia que han tenido de crear historias en su entorno, es el arte de posicionarse creativamente, de forma amable, poco intrusiva y que incluso los lectores puedan agradecer y no sentirse invadidos.
Cuando contamos una historia alrededor de nuestra marca, podemos transmitir sus valores y su misiĆ³n de manera inteligente y creativa, siempre y cuando esta se maneje de la mejor manera, por ello, el storytelling como recurso mercadolĆ³gico, nos da la oportunidad de crear o fortalecer la identidad de nuestras marcas, y es mucho mĆ”s fĆ”cil que un pĆŗblico se identifique y tenga un engagement importante con una marca que tenga rostro y una historia poderosa que la respalde, apelando directamente a las emociones que son bĆ”sicamente las que deciden quĆ© producto o servicio elegir.
AsĆ, una de las novelas mĆ”s aclamadas por el pĆŗblico infantil, pero que fascina a lectores de diferentes edades, puede ser una gran inspiraciĆ³n para hacer que nuestras marcas caminen por la vereda de las buenas historias, aquellas que no invitan al pĆŗblico a que nos elija, sino que generan un entraƱable sentido humano que, indudablemente, vende mĆ”s que mil spots, banners y billboards que podamos contratar.