Literalmente, nos ha temblado fuerte, muy fuerte; fenómenos naturales, epidemias de salud, altos niveles de desempleo, recesión económica, ambientes políticos y sociales densos; sentimientos de incertidumbre, miedo e inseguridad insisten en ponernos a prueba a nivel personal y profesional.
Jamás olvidemos que el instinto humano de sobrevivir es el impulso más poderoso con el que contamos; nos hemos guiado por nuestra capacidad de intentar por, sobre todo, sobrepasar problemas y, sin importar que tan grandes sean, la vida y los negocios persisten.
El psicólogo Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía 2002, ha demostrado que la clave reside en la forma en que procesamos y recordamos la información, pero, sobre todo, en la manera en cómo pensamos, qué emociones experimentamos, las formas en que nos comportamos e interactuamos con los demás, cómo resolvemos problemas y cómo tomamos decisiones.
Sin duda, el reto para las marcas es mantener vigente ese instinto tan vital; actualmente, la supervivencia no es exclusiva de los más fuertes, sino de los más aptos. Aquellas marcas que respondan con técnicas de agresión o huida, probablemente, no lograrán buenos resultados; por el contrario, aquellas marcas que aprendan a controlar y dirigir esas reacciones instintivas, sumadas al análisis de las emociones de los consumidores seguirán adelante.
Las acciones que las compañías pueden llevar a cabo para proteger a sus marcas en estos tiempos, llenos de sorprendentes movimientos que mueven cualquier tipo de estructura, son:
- Enfocarse en sus productos y servicios core; no se recomienda gastar tiempo y recursos en aquellos que no sean los protagonistas en ventas
- Garantizar un posicionamiento distintivo y emocional de la marca
- Brindar valor significativo, no solamente en los precios
- Aumentar la disponibilidad física de los colaboradores a través de herramientas virtuales, en la medida que sus puestos lo permitan
- Innovar en torno a los cambios de comportamientos y emociones de los clientes
- Cada parte de la marca debe de ser capaz de vender activos adicionales
- Generar y ejecutar ideas reflexivas aptas para relaciones públicas en donde todos obtengan beneficios; no dar espacio al egoísmo
- Compartir el dolor y ofrecer soluciones empáticas
Es primordial comprender que, para sobrevivir y prosperar, las marcas deben de explorar e implementar estrategias creativas que se orienten y vayan más allá del instinto; aquellas que no solamente afronten la demanda, sino también la oferta.