Un elemento común que tenemos como sociedad latinoamericana es la forma alegre y cercana como nos comunicamos. Esta característica, bien manejada, constituye una habilidad invaluable para el mundo empresarial, aporta al clima organizacional, mejora las relaciones entre los colaboradores y hasta incide de manera positiva en los resultados del negocio.
Reír libera grandes cantidades de endorfinas en el cerebro. Según un estudio publicado por la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, las endorfinas activan los receptores de la superficie del endotelio, un tejido que recubre los vasos sanguíneos, descarga óxido nítrico, dilata los vasos sanguíneos, aumenta el flujo de sangre, reduce la inflamación y la formación del colesterol. La investigación como gran conclusión determinó que para la buena salud del ser humano, se recomienda reír al menos, 15 minutos por día.
Así mismo, un trabajo consultivo realizado por la Universidad de Basilea, en Suiza, identificó que cuanto más se ríen las personas, menos se sienten afectadas por los eventos estresantes que ocurren a su alrededor.
Ahora les propongo que traslademos los frutos de la alegría al mundo empresarial, ¿qué beneficios aporta el sentido del humor para este efecto? La respuesta es clara: todos. Así de sencillo, una buena dosis de ingenio al momento de comunicar algo, será la cuota de entrada para abordar algunos temas delicados, romper el hielo o mostrar algún nivel de cercanía con el interlocutor.
A través de una disposición positiva en el trabajo es como mejor nacen las ideas disruptivas y que por su mismo origen tienen la capacidad de salirse de lo convencional y llegar más allá. Un equipo cohesionado es mucho más poderoso en su estrategia y en su alcance. Trabajar en entornos donde el sentido del humor está presente en las conversaciones cotidianas repercute en el ambiente de las organizaciones, genera un ambiente positivo, fortalece la productividad y eficiencia del equipo de colaboradores, proveedores, socios, clientes y usuarios.
El ingenio y la ocurrencia con la que nos comunicamos crea un vínculo diferente con la persona que está del otro lado. Su efecto permite abordar conversaciones difíciles desde una visión positiva, comunica de forma empática ciertas decisiones de la organización y sirve como un elemento diferenciador al momento de planear un negocio o llevar a cargo una reunión positiva con un nuevo prospecto.
Para las personas que ocupan un cargo de liderazgo en las organizaciones tener un buen estado de ánimo es fundamental para comunicar los mensajes corporativos, adelantar iniciativas, promover la ejecución y el cumplimiento de metas y objetivos.
La forma más efectiva para tener un buen estado de ánimo en el trabajo es desempeñarte en aquello que realmente te guste hacer. Una persona convencida de su aporte y su valor es muy más eficiente y comprometida con su oficio.
Durante el día a día del mundo laboral es importante que cuando se presenta alguna situación que te haga sentir incómodo o impida el desarrollo de tu verdadero potencial, encuentres una solución cuanto antes. Guardar un sentimiento negativo produce insatisfacción y esto se ve reflejado en lo que haces y la forma como lo ejecutas. Nadie puede mantener el buen humor en el trabajo por sí solo, es importante cultivar la amistad, ser positivo y participativo. Conversa con las personas que están a tu alrededor, cuenta algo gracioso, comenta algo que te pareció interesante y sonríe. La empatía se transmite y genera un ambiente positivo.
Soy una persona alegre, en gran medida porque por convicción soy positivo, creo que las personas, en su correcto proceder y en las buenas intenciones. El sentido del humor hace parte de la forma en la que me comunico tanto mi vida profesional, como personal; pero acá quiero hacer una gran diferenciación, porque la línea en algunos casos se puede hacerse difusa, pero la burla o el chiste que se enfoca en algún aspecto físico, emocional, cultural o en el género de la persona es opuesto a esta actitud, que solo pretende generar un impacto positivo. Ahí no hay nada de gracia y tampoco muestra mayor habilidad en la persona que lo hace.
Una buena carcajada es lo mejor que nos puede pasar en este tiempo. Hemos tenido de sobreponernos a situaciones retadoras durante los últimos dos años producto de la pandemia y sus efectos en la salud de las personas y las limitaciones en las organizaciones para realizar de manera habitual su trabajo, pero como nunca antes este momento expuso la necesidad que tenemos de conectarnos con la otra persona. Existirá otra mejor manera para hacerlo ahora que estamos retomando la normalidad y volviendo a salir que encontrarnos ¿a través de una sonrisa?