Tras 20 años consecutivos de asumir la dirección del grupo de medios más importante de América Latina, Televisa, el pasado jueves, el diario estadounidense Wall Street Journal informó la salida de Emilio Azcárraga de dicho cargo; asimismo, dentro del reporte de prensa se rumoró que el vicepresidente de la empresa Alfonso de Angoitia y el jefe de finanzas Bernardo Gómez, asumirían una co-presidencia a partir de enero de 2018.

Dentro de los factores que se que se señalaron para que la decisión fuera tomada, se encontraba la falta de tiempo para la planeación de estrategias de integración con los canales y plataformas digitales, además del análisis de expansión de la compañía hacia Estados Unidos; así como los malos resultados que obtuvieron durante el tercer trimestre del año.

Momentos después Televisa confirmaría las acciones a través de un comunicado, dentro del que también se informó acerca del crecimiento la utilidad de segmentos operativos, el cual ha sido del 60 por ciento, provenientes principalmente de la producción de contenidos, así como otros datos biográficos de los nuevos responsables del conglomerado de medios.

Sin embargo, un capitulo que parecía estar cerrado resuena nuevamente y tiene que ver con el futbol, cuya diligencia se relaciona con la televisora; de acuerdo con información trascendida por The New York Times, resultado de la investigación que lleva desde hace años para erradicar la corrupción de la disciplina más popular del mundo, llevada a cabo por autoridades norteamericanas y suizas, se dio a conocer la existencia de una empresa hasta ahora desconocida, se trata de Mountrigi.

Según el medio, esta firma se hizo discretamente de los derechos de transmisión de la Copa del Mundo del mundo en la mayoría del continente americano hasta la edición de 2030. Un hecho que llamó la atención de quienes llevan a cabo la pesquisa es que este tipo de acuerdos, cuando se logran, se hacen públicos, no obstante, no sucedió así en este acontecimiento.

A pesar de hacerse de los derechos de transmisión del evento para dieciséis naciones, pocos o casi nadie sabía de la existencia de la empresa; sin embargo, conforme avanzó la investigación surgió información que la relacionó con Televisa, Mountrigi es filial de la cadena de medios.

En declaraciones de Frank Dunne, editor de la revista TV Sports Markets, Mountrigi pagó 190 millones de dólares para obtener los derechos de los mundiales de 2018 (Rusia) y 2022 (Catar); al tiempo que para las ediciones 2026, de la cuál México forma parte de la terna con Estados Unidos y Canadá para organizar la justa, y de 2030, de la cual, Argentina, Uruguay y Paraguay anunciaron sus intensiones de hospedar el torneo; para los cuales se pagó mayor cantidad de dinero, pero menos de lo que valen en realidad.

Según The New York times, para lograr el acuerdo con la FIFA, la empresa suiza recibió el apoyo de un empresario argentino de nombre Alejandro Burzaco; el año pasado este personaje se declararía culpable de haber sobornado a dirigentes del futbol para que la firma que presidía, Torneos y Competencias, se adjudicara los derechos de transmisión más importantes de la región.

Esto nos lleva entonces a la reciente renovación de derechos de la Selección Mexicana de Futbol, a la cual se le presentó una oferta de alrededor de 250 millones de dólares por parte del conglomerado América Móvil en alianza con NBC Universal y Telemundo para los derechos de televisión y otras plataformas de los partidos del tricolor en Estados Unidos y de 10 millones más para el resto del mundo en únicamente plataformas digitales.

La propuesta no fue siquiera revisada por la Federación Mexicana de Futbol (FEMEXFUT) ya que, de acuerdo con el comité que se integró para analizar las ofertas, existía una clausula dentro del contrato previo, elaborado en 2010, donde se renovaba por los próximos ciclos mundialistas, 2022 y 2026, los derechos del combinado nacional.

Dentro de los próximos días estaremos atentos al avance de las investigaciones por parte de las autoridades estadounidenses y suizas, ya que seguirá saliendo información relevante sobre este hecho, prueba de ello se dio hace poco con la primer sentencia del escándalo de corrupción en el órgano rector, mismo que provocó la remoción de la mayoría de dirigentes, al exsecretario general del futbol en Guatemala, Héctor Trujillo, quien pasará ocho meses en prisión por los cargos de negociar y lavar cerca de 400 mil dólares en sobornos a una empresa en Miami para él y otros dos acusados a cambio de la concesión de derechos de televisión y comercialización de los partidos de su selección clasificatorios para las Copas del Mundo de 2018 y 2022.