No sólo en el marketing y en la creatividad publicitaria se recurre a las imágenes y a los símbolos para persuadir a las personas acerca de una idea, una preferencia o la normalización de posturas, también en la propaganda y el marketing político.
El primer concepto, propaganda, se refiere a un conjunto de acciones de comunicación encaminadas a propagar e instaurar ideas positivas o de aceptación frente a una causa o postura social, política o religiosa, para lo cual de puede recurrir a diferentes técnicas, entre ellas, las del marketing político.
Este segundo concepto se refiere a la integración de acciones y el uso de herramientas del marketing o la publicidad con con el objetivo de influir en las decisiones de las audiencias con respecto a posturas políticas y muchas veces electorales.
En el caso de la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia, ocurrida hace una horas tras varias semanas de tensiones política derivadas de una reelección que resultó ser muy cuestionada, las acciones de propaganda han comenzado a permear.
Sin que se resuelva aún la posición en que quedará el ahora ex mandatario -se habla de que el gobierno mexicano podría ofrecerle asilo político- lo que sí ha acontecido es que su domicilio particular ha sido saqueado y vandalizado, pero también ha mostrado ante el ojo público los iconos y elementos propagandísticos que enarbola el político sudamericano de origen indígena.
Por ejemplo, circula en redes sociales un video que revela que al interior de su casa, Morales poseía un cuadro en donde, a la usanza de la Última Cena, él acompaña a Jesuscristo junto con otros personajes de las izquierdas históricas de su región y del mundo.
Así, se aprecia a Fidel Castro -ex mandatario de Cuba-, Hugo Chávez -ex presidente de Venezuela-, Simón Bolívar -libertador de varias naciones sudamericanas-, José Martí -artífice de la independencia de Cuba-, Vladimir Ilyich Lenin -líder teórico y militar de la Revolución Rusa- y Ernesto, “Ché” Guevara -participante de acciones libertarias en América Latina- entre otros.
En el video puede apreciarse el malestar de la gente y el momento en que el cuadro es quemado junto con otras pertenencias de Evo Morales. La escena, además de mostrar el enojo que algunos grupos sociales pueden tener contra el régimen depuesto, revela la ideología del líder político que ha caído en desgracia.
Los símbolos históricos representan un elementos sustancial para las acciones de propaganda y marketing político y todo profesional creativo que desee adentrarse en este terreno que ofrece posibilidades de trabajo y de desarrollo tiene que tener muy claro que la ciencia histórica debe ser recurrente en la construcción de mensajes que busquen influir en la ideología de las personas.
Por eso no es fortuito que otras latitudes se recurra a esta clase de elementos iconográficos. Un ejemplo de ello se puede apreciar en la imagen institucional que el actual gobierno mexicano, con Andrés Manuel López Obrador, promueve.
Para la la imagen de la actual administración se recurre a las efigies de personajes de la historia del país, tales como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas y Josefa Ortíz de Domínguez, entre otros.