• La “granja de trolls” estuvo compuesta por 20 páginas rusas

• Robaron los datos de millones usuarios estadounidenses y organizarlos según sus diferentes intereses para enviar mensajes políticos

• Intentaron tener injerencia sobre el control de armas, inmigración así como la situación de los afroamericanos

Un reporte del Washington Post señaló que la comisión bipartidista de Inteligencia del Senado de los Estados Unidos tiene en sus manos los datos que documentan el uso exhaustivo de las redes sociales por parte de Rusia para influir en las elecciones presidenciales durante 2016.

La información fue recopilada por el Computational Propaganda Project (Proyecto Computacional sobre Propaganda) de la Universidad de Oxford así como la firma Graphika para la comisión de inteligencia del Senado.

El reporte documenta y analiza millones de posteos en diversas redes sociales atribuidos al Internet Research Agency, una presunta “granja de trolls” vinculada con el Kremlin, la cual es acusada de conducta criminal en la investigación en curso sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones.

De tal modo, sostiene el Washington Post, se acusa a grupos como el antes mencionado de procesar los datos de millones de usuarios estadounidenses y organizarlos según sus diferentes intereses para luego enviar mensajes políticos específicos, en algunos casos falsos, durante momentos críticos del debate político en un intento de manipular a las personas.

El informe recae especialmente sobre la actividad en Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, Google+, Tumblr y Pinterest; así como también el envío de emails desde Yahoo, Gmail y Outlook, desde 2013 hasta mediados de 2017, cuando se destapó el escándalo por la presunta injerencia rusa y las compañías comenzaron a cerras las cuentas vinculadas a la Internet Research Agency.

Más allá de las elecciones.

El reporte, del cual solo se presentó un adelanto y del cual todavía no existe un pronunciamiento por parte de los congresistas norteamericanos detalló que además de interceder en la carrera presidencial en favor de Donald Trump, la actividad rusa habría continuado durante los primeros meses del nuevo gobierno, incluso fue apoyado por éste.

Dentro de los temas principales en los que actuó la campaña fueron control de armas, inmigración así como la situación de los afroamericanos, según el informe. En los dos primeros se intentó movilizar y radicalizar a los votantes conservadores.

En el caso de la violencia policial contra las minorías, se apuntó contra los votantes de izquierda más cercanos a Clinton, para promover la falta de confianza en las elecciones, como parte de un intento de alejarlos de las urnas.

Incluso, también se difundió información errónea sobre cómo votar y hubo campañas de menor envergadura a latinos, musulmanes, cristianos, homosexuales, libertarios, sureños y veteranos de guerra.

Primeros pasos.

El adelanto al que tuvo acceso The Washington Post detalla que la campaña rusa se inició en Twitter, donde cuentas vinculadas a las Internet Research Agency ya habían logrado experiencia al manipular las elecciones internas de Rusia durante 2009.

Durante 2014 comenzaron a prestar más y más atención a los sucesos en Estados Unidos, y los tuits en inglés fueron reemplazando a los escritos en ruso. Posteriormente avanzaron sobre YouTube e Instagram, al tiempo que la última plataforma digital que sumaron fue Facebook.

Se trató de 20 páginas las cuales generaron 39 millones de likes, 31 millones de contenidos compartidos, 5.4 millones de reacciones así como 3.4 millones de comentarios. En total, la campaña rusa alcanzó a 126 millones de personas en Facebook y otras 20 millones en Instagram.