- Rivian, el competidor de Tesla, enfrenta graves pérdidas.
- A pesar de haber captado 12 mil millones de dólares en su oferta pública inicial en 2021, su valor de mercado ha disminuido considerablemente en dos años.
- La empresa lucha por reducir costos y aumentar la producción para lograr la rentabilidad en un mercado altamente competitivo.
Rivian Automotive, en su búsqueda para diseñar el mejor vehículo eléctrico para el mercado estadounidense, está gastando mucho más de lo razonable. Esto lo ha llevado a perder alrededor de 33 mil dólares por cada unidad vendida en el segundo trimestre de 2023, aproximadamente el precio del modelo base de un Ford F-150.
A pesar de las expectativas iniciales y de convertirse en el “Tesla de las camionetas”, Rivian está enfrentando graves dificultades financieras y de producción.
Aunque captó la atención de inversores con una oferta pública inicial (OPI) que recaudó cerca de 12 mil millones de dólares en 2021, su valor actual de mercado bajó considerablemente.
En tan solo dos años, Rivian ha consumido la mitad de su reserva de efectivo de 18 mil millones de dólares, principalmente debido a los altos costos de producción.
Aunque la producción ha aumentado, la empresa todavía no logra ser rentable en la venta de vehículos eléctricos, una industria caracterizada por sus estrechos márgenes y la fuerte competencia.
El rival de Tesla pierde terreno
Rivian comercializa tres modelos: la camioneta R1T, el SUV R1S y una camioneta de reparto eléctrica para Amazon.com.
La camioneta y el SUV representan la mayor parte de sus ventas, pero a finales de junio, la empresa había fabricado solamente alrededor de 50,000 vehículos, una cantidad significativamente menor que la producción de otras automotrices en un año.
La fábrica de Rivian en Illinois opera a menos de un tercio de su capacidad de construcción y su objetivo es producir 52,000 vehículos este año, publica este lunes 2 de octubre The Wall Street Journal.
En este escenario, el precio de las acciones de Rivian han caído alrededor del 70% desde su OPI, y el fundador y CEO, RJ Scaringe, se encuentra en una carrera contra el tiempo para reducir gastos y operaciones.
Scaringe decidió enfocarse en disminuir los costos de las piezas, simplificar el diseño y aumentar la producción para lograr la rentabilidad.
Las pérdidas se han reducido a medida que la producción aumenta, pero Rivian continúa gastando más de mil millones de dólares en efectivo por trimestre a finales de junio.
Scaringe dice que los miles de millones gastados hasta ahora eran esenciales para el crecimiento de la empresa y que se espera que Rivian obtenga ganancias brutas con sus vehículos para fines de 2024.
Reducción de costos, misión imposible para Rivian
Sin embargo, la competencia es feroz, y Rivian se encuentra en una posición complicada, ya que los costos son elevados y la presión por reducirlos es constante.
Para alcanzar la rentabilidad, la empresa debería reducir costos y aumentar los precios, lo que podría ser un problema en un mercado donde algunos competidores ya han bajado sus precios. Tesla, por ejemplo.
Una de las complicaciones de Rivian es que ya no tiene la ventaja de ser pionera en el mercado y enfrenta la desaceleración de la demanda de sus vehículos.
La compañía está aplicando las lecciones aprendidas en sus primeros lanzamientos a una nueva generación de vehículos eléctricos más pequeños y asequibles, que se fabricarán en una nueva fábrica en Georgia y se espera que impulsen las ganancias futuras.
Rivian confía en que estos modelos, que se lanzarán en 2026, le permitirán mantenerse en el mercado y alcanzar la rentabilidad.
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