Hace una poco más de una semana, la Comisión Reguladora de Energía autorizó a la cadena minorista Walmart para comercializar el gas licuado de petróleo (lp) en contenedores con capacidad máxima de 10 kilogramos en sus unidades, así como otras firmas de su red de tiendas como Bodega Aurrera, Sam’s Club o Superama.
De esta forma, múltiples medios y articulistas indicaron que se trató de la apertura comercial en la que el retail emprenderá una ‘batalla’ por obtener el gusto del consumidor de un mercado que tiene un valor aproximado de 4 mil 200 millones de dólares según estimaciones realizadas por El Financiero, basado en datos de la Secretaría de Energía.
De acuerdo con el medio, a pesar de que el proyecto para que los retailers en el territorio nacional comercializaran gas LP, fue diseñado desde hace 10 años, esto no era rentable para las empresas ante el control de precios, ya que esto limitaba sus márgenes de ganancia, según expertos consultados por El Financiero; sin embargo, la liberación de precios del combustible, derivó en que aquellos interesados retomaran sus planes.
Susana Cazorla, titular de la Unidad de Gas LP de la Comisión Reguladora de Energía, declaró al medio “tenemos muestras de interés de otras dos cadenas importantes (de supermercados), y con este permiso que se otorgó a Walmart estamos seguros que se retomarán pláticas con estas compañías”.
Asimismo abundó, “esto es una llamada a los socios de la ANTAD (Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales) para abrir la puerta al negocio del gas LP, pues 76 por ciento de las familias en México consumen este combustible en cilindro; es un mercado muy amplio”.
En México, al sexto mes del año, operan 33 cadenas de autoservicios que suman un total de 5 mil 567 tiendas; por lo que se convierte en una opción para el consumidor nacional en especial, en momentos en los que se podría abrir una competencia de precios, por lo que se fomenta la competencia y por ende la reducción de precios.
De igual forma, el medio indicó que el mercado objetivo de este proyecto son los consumidores que compran sus cilindros a los camiones repartidores, pero que por alguna razón no llegan a localizarlos y se quedan sin gas uno o dos días; de tal modo que al estar disponibles en los supermercados, tendrán la facilidad de adquirirlos cuando sea necesario.