El llamado Reloj del Apocalipsis (o del Juicio Final) es un símbolo que representa lo cerca que está el mundo de la aniquilación total.
No se trata de un artilugio de alguna serie, sino que es una representación manejada por científicos para revelar los niveles de peligro de que la vida en el planeta termine.
Hoy es tema en tendencia porque se movió 30 segundos más cerca de la media noche; es decir, está a dos minutos de la media noche.
Esta situación sólo ocurrió cuando Estados Unidos y la Unión Soviética llevaron a cabo pruebas de bombas de hidrógeno en 1953.
El Boletín de Científicos Atómicos detalló en conferencia de prensa con medios internacionales que las bombas atómicas son un tema que se debe atender, además de aspectos como el calentamiento global si no queremos que el fin de la humanidad llegue.
El presidente de la junta de patrocinadores, Lawrence Krauss, fue más allá y dijo que 2018 es aún más peligroso que la Guerra Fría.
Dijo al Washington Post que:
Decir que la situación nuclear que vive el mundo es “terrible” es subestimar el peligro y su inmediatez
See the 2018 Doomsday Clock Statement: https://t.co/ST3D8oi2L3 pic.twitter.com/Ofucv3DFqD
— BulletinOfTheAtomic (@BulletinAtomic) 25 de enero de 2018
Esto implica para las compañías la reducción inminente de sus emisiones de gases de efecto invernadero para poder lograr el riesgo climático aceptado en el acuerdo de París por parte de cada país.
En general, las armas nucleares fueron el factor determinante en la decisión de mover el reloj, pero también las rencillas políticas que pueden derivar en una destrucción nuclear.
Basta con ver la postura nuclear que Estados Unidos, Rusia, Corea del Norte e Irán han mostrado por diversos medios, incluso por redes sociales.