Un recall difícilmente será una buena noticia. El tener que llamar a nuestros consumidores y usuarios a que acudan a nuestra compañía para reparar, modificar o devolver el producto que les hemos vendido es en muchos casos sinónimo de infortunio o error.

Peloton es una joven empresa norteamericana que nació en el 2012, echando mano de talento y tecnología, que busca brindar a las familias el mejor acondicionamiento físico directamente en su hogar. Así comenzaron distribuyendo una extraordinaria bicicleta de spinning con una pantalla que permite conectarse con distintas sesiones de ejercicio, grabadas o en vivo, lo que reproduce la dinámica del salón de spinning repleto de mujeres y hombres, con un extraordinario entrenador al frente, ambientado con música, todo, sin la necesidad de salir de casa. Años después lanzaron una caminadora bajo el mismo concepto: adquirir el equipo y suscribirse para tener acceso a las sesiones comandadas por experimentados entrenadores. Con Pelotón se pedalea y corre solo físicamente pero acompañado virtualmente a través de una red social a la que se pertenece, donde cada usuario tiene un perfil que registra su actividad, preferencias y desempeño.

Peloton es una empresa pública que cotiza en NASDAQ (segunda bolsa de valores más grande de Estados Unidos), que aprovechó la pandemia por Covid 19 para incrementar sus ventas en aquellos países donde se encuentran disponibles sus productos.

Tras la desafortunada muerte de un niño y lesiones de varios usuarios, incluidos en un total de 72 reportes de incidencias, la autoridad encargada de la seguridad de los consumidores en los Estados Unidos, advirtió que la caminadora Peloton Tread+ debería dejar de usarse de inmediato.

La respuesta de la empresa fue el retiro o recall de más de 125 mil caminadoras del mercado, ofreciendo un rembolso a los usuarios. Tras el anuncio, el valor de las acciones de la compañía cayeron aproximadamente 10 por ciento.

Este episodio por el que atraviesa Pelotón, lejos de ser un doloroso golpe para la compañía, resulta una extraordinaria oportunidad para fortalecer las medidas de seguridad de sus equipos y para difundir y formalizar por todos los medios posibles las advertencias que deben tener en cuenta los usuarios de este tipo de equipos.

Considero que 72 reportes de incidentes teniendo un universo de 125 mil equipos funcionando a lo largo de un espacio considerable de tiempo, aunque siempre doloroso y muy lamentable, sigue siendo un número relativamente bajo. Los estándares de calidad y servicio de una empresa pública como Peloton, la obligan a tener este tipo de controles y registros, pero estoy seguro que muchas otras marcas del mercado tienen mismos o mayores índices de siniestralidad, que pasan desapercibidos.

La tendencia de ejercitarnos en casa, si bien venía en crecimiento en ciertos sectores y estratos sociales previo a la aparición del Covid 19, con su dolorosa irrupción, ha extendido esta preferencia a otros tantos, lo que ha provocado un crecimiento importante en el consumo y utilización de productos y servicios como los de Pelotón. Si lo saben aprovechar, lo mejor para la compañía está por venir.