En horas pasadas una crisis estalló para Netflix tras presentar la película “Cuties” en su plataforma. En el caso de los hispanohablantes el problema que detonó la crisis fue el mensaje con el que se describió a la película, el cual textualmente decía: “Amy tiene once años y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar la feminidad y desafiar a su familia religiosa”.
Netflix el nuevo Hollywood #NetflixPedofilia pic.twitter.com/6XGSZgG0Vh
— victor hdz (@vicmty) August 20, 2020
Por supuesto, esto solo fue el comienzo de las críticas que colocaron a la marca en tendencia con la etiqueta #NetflixPedofilia, pues en realidad tanto entre las audiencias hispanohablantes como en aquellas a nivel internacional, la mayoría de los mensajes se centraron en la cinta como tal pues se le consideró un contenido que está sexualizando a menores de edad y está teniendo difusión a nivel internacional promoviendo así la pedofilia. Al respecto, entre las primeras acciones emprendidas por la plataforma de streaming, estuvo el hacer un cambio en la descripción de la cinta y emitir una disculpa pública por este contenido. Sin embargo, tal como se refleja en el mensaje entregado a Deadline, el enfoque de su disculpa fue en torno la imagen elegida para “Cuties” y la descripción asignada en su plataforma los cuales distan mucho de los que se presentaron para este contenido (que no es original de Netflix) en su momento durante el festival de cine de Sundance.
We're deeply sorry for the inappropriate artwork that we used for Mignonnes/Cuties. It was not OK, nor was it representative of this French film which won an award at Sundance. We’ve now updated the pictures and description.
— Netflix (@netflix) August 20, 2020
Con respecto a la cinta, como tal no parece haber manifestado intenciones de hacer algo pese a que ya incluso tiene una petición en Change.org firmada por más de 150 mil personas, pues según respuestas difundidas en Twitter consideran estar conscientes de que no todas las historias apelan a todas las audiencias, por lo que invierten en una diversa oferta de contenidos de todo el mundo y proveen ratings, sinopsis, trailers y controles para que los suscriptores elijan por su cuenta lo que quieren ver.
El problema de Netflix sin duda puede ser grave y refleja la importante responsabilidad que tienen las plataformas con respecto a los contenidos que eligen para crear o difundir. En este caso se trata del grave tema de la pedofilia y caer en la práctica de apostar por la sexualización para atrapar la atención de las audiencias. Basta con comparar el poster original de la cinta con la imagen elegida por la plataforma para notarlo.
¿Pudo haber hecho las cosas de forma distinta para evitar esta crisis?
Sin duda, tal como la propia firma lo reconoce, eligió mal sus elementos para promover al contenido, tanto en imagen como en texto. Debido a ello, es posible también que también haya dañado la percepción general sobre esta película que logró un reconocimiento en Sundance para su directora Maïmouna Doucouré. De hecho, la historia, según su creadora, más allá de centrarse en los bailes de estas niñas, surge de la realidad misma y busca destacar precisamente el problema de la hiper-sexualización de los menores, pues cuenta que en algún momento se topó con un concurso de talentos donde participó un grupo de chicas bailando y sintió curiosidad por saber qué motivaba a que las jóvenes quisieran hacer eso ante la sorpresa y admiración del público y sus propias madres, y si realmente entendían lo que estaban haciendo. Su trabajo de un año de entrevistas a niños de una zona pobre de Francia para tratar de averiguar por qué querían actuar de esa forma y generar una reflexión al respecto puede que haya quedado sepultado ante las críticas por las acciones de Netflix.
No es la primera vez…
Este caso desafortunadamente se sumará a los que ya ha tenido previamente y que refuerzan nuevamente la responsabilidad que se debe tener en la creación y difusión de contenidos para las audiencias, algunas de las cuales pueden ser susceptibles. Por ejemplo, en su momento le llovieron críticas por la serie “Insatiable”, pues se trata de la historia de una chica con sobrepeso que sufría bullying y que durante el verano, tras un procedimiento radical, logró transformarse. El problema era que daba a entender que matándose de hambre las chicas pueden perder peso y ganar aceptación social. También registró una situación de controversia con otra de sus series más conocidas: “13 Reasons Why”. Y es que la premisa de esta serie de Netflix se centra en el suicidio de una joven, la cual deja una serie de cintas para quienes la llevaron a tomar esa decisión. En este caso, para muchos transmite la idea de que el suicidio puede ser una forma adecuada de vengarse de las personas y lidiar con los problemas. Incluso se habla de que la serie pudo haber servido ya de “inspiración” para personas que han perdido la vida siguiendo el “ejemplo” que deja el contenido.
Las preocupaciones sin duda no son para menos si se considera los alcances que tiene la firma, pues, según lo revelan datos de Statista, hasta la fecha su número de suscriptores únicos asciende a 192.94 millones de personas.
¿La tecnología esta fallando?
No obstante, por la forma en que la plataforma trabaja, puede surgir la duda con respecto a si está tomando malas decisiones con los contenidos que elige o produce, o le está dando al público lo que quiere ver. Ello se debe a que, como muchas otras empresas, toma decisiones basadas en datos precisamente gracias los más de 190 millones de usuarios que tiene. Las decisiones sobre películas y contenidos a crear no se dan al azar pues se trata de elecciones que implican millones de dólares y para las cuales el análisis de datos resulta crucial.
Su plataforma cuenta con algoritmos que le permiten conocer mejor a los usuarios y obtener insights para saber qué les puede gustar. Por ejemplo, en el caso de las películas, Neil Patel refiere que la plataforma analiza los datos de estos contenidos, toma varias “capturas de pantalla” para ver las características “en el momento”. Incluso el mismo Netflix ha confirmado que sabe cuándo comienzan a rodar los créditos, aunque hay muchos otros factores. Algunos han considerado que estos pueden ser aspectos como el volumen, los colores y el escenario que ayudan a la plataforma a descubrir lo que les gusta a los usuarios.
Para la toma de decisiones sobre los contenidos que llegan o se crean, el proceso también se basa en datos y puede ser de lo más interesante. Un caso claro de ello es el citado por Patel con respecto a la siere House of Cards y el uso de la data.
Según lo comparte, antes de dar luz verde a “House of Cards”, gracias a los datos Netflix sabía:
- Que muchos usuarios vieron la película dirigida por David Fincher “The Social Network” de principio a fin.
- Que la versión británica de “House of Cards” fue bien vista en su momento.
- Y que aquellos que vieron la versión británica de la serie también vieron películas de Kevin Spacey y/o películas dirigidas por David Fincher.
La combinación de estos elementos y el número de usuarios que coincidieron en ello llevaron a la plataforma de streaming a invertir 100 millones de dólares en la creación de la versión americana de House of Cards, teniendo como productor y protagonista a las figuras ya mencionadas. Por supuesto la cosa no terminó bien por el escándalo en el que se vio inmerso el actor Kevin Spacey tiempo después, pero eso es algo que no pudo predecir la tecnología de Netflix.
¿Falló la marca al apostar por “Cuties”? Ante los ojos de muchos y tras la controversia, sin duda puede que haya sido una mala elección, incluso puede que la propia compañía ya lo vea así por el problema en que está metida. Lo que es claro es que tendrá que revaluar sus mecanismos para evitar más problemas del tipo ya sea que la decisión la hayan tomado sus algoritmos o no.