El verano tiene un problema.
Para la industria del cine el verano es el mejor periodo. Es cuando se estrenan las súper producciones, filmes de mucha acción, efectos especiales, animaciones, que aprovechan que el público tiene más tiempo, que las familias buscan opciones de entretenimiento. El periodo es un poco más extenso del que marcan las estaciones y va de mayo a septiembre (concluye con el Día del Trabajo en EE.UU.). Este año inició con “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” (el 5 de mayo) y terminará con “El ecualizador 3” (el 4 de septiembre, aunque en realidad el último estreno de alto perfil será “Blue Beetle” que estrena el 18 de agosto). A poco menos de la mitad, la taquilla está empezando a mostrar un problema.
Para fines prácticos de la industria el éxito se mide en taquilla, no hay más. Los números hablan. Para la taquilla el primer fin de semana es esencial. Marca el punto de partida pues de ahí irá en decremento y de ahí se pueden hacer proyecciones sobre cuántas semanas estará en salas. Hay que considerar que el filme promedio pierde un 60% cada semana. Es decir, un filme que debuta en 100 millones de dólares, recaudará la siguiente 60, una después 36, la que sigue 21 y así consecutivamente. El fin de semana da señales de ello. Ahora, ésa no es la única variable. Hay que considerar qué se estrenó antes, al menos la semana previa, qué se estrenó la misma semana y qué se estrenará la semana posterior, incluso las posteriores. He ahí el problema.
“Avatar: El camino del agua” es el ejemplo de una película que se estrenó estratégicamente. Se lanzó el 6 de diciembre de 2022 y de ahí no hubo otro estreno con ese perfil hasta el 17 de febrero que llegó “Ant-Man & Wasp: Quantunmania”, es decir, tuvo 11 semanas que le ayudaron a recaudar los más de dos billones de dólares que le permitieron recuperar los más de 350 que costó, una meta que se veía difícil alcanzara. Un caso más reciente es “Super Mario Bros, la película” que estrenó un mes antes de “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” y no tuvo mayor competencia en ese periodo. Hoy es la película más taquilla del año con 1.3 billones de dólares. El verano ha sido otra historia.
De “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” llegó, dos semanas después, el 19 de mayo, “Rápidos y furiosos 10”; una después “La sirenita” (el 26) y así siguieron y seguirán semana a semana, “Spider-Man: A través del Spider-Verso” (2 de junio), “Transformers: El despertar de las bestias” (9 de junio), “Flash” (16 de junio), “Elementos” (16 de junio en EE. UU. y 23 en otros mercados); “Indiana Jones y el dial del destino” el 30 de junio y así seguirá. El fin de semana del 21 de julio llegan “Barbie” y “Oppenheimer”. ¿Ven el problema? Un título de alto perfil, con un fuerte presupuesto, tras otro, aunque dirigidos a mercados diferentes, le están dando poca posibilidad al previo de mantenerse en la agenda.
Por ejemplo, “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” lleva 786 millones recaudados en cuatro semanas y se ve difícil que llegue a los 869 que alcanzó su predecesora que, además, costó 50 millones de dólares menos. Su debut fue bueno con 118 millones de dólares (8 arriba de las proyecciones), pero la llegada de otros títulos le ha obstaculizado decrecer menos cada semana. La anterior semana acabó en la cuarta posición con 10 millones de dólares (“Super Mario Bros” sigue en cartelera, por cierto, y sumó 3 millones). En su momento fue el mejor debut de un filme en el año (hoy superado por “Spider-Man: A través del Spider-verso”), hoy queda claro que no alcanzará a “Super Mario Bros”, la cinta que ostentó antes la posición. Los títulos que la precedieron van en 618 millones (“Rápidos y furiosos 10”) y 347 (“La sirenita”), ambos ya con especulaciones sobre si podrán ser considerados éxitos dado que la primera costó 340 y la segunda 250. Los costos de producción (los declarados) no incluyen gastos de marketing. Ante un presupuesto de 200 millones la expectativa son al menos 800.
Ante una taquilla tan abarrotada, el verano 2023 terminará repartiendo rebanadas pequeñas que difícilmente permitirán que cada título brille más allá de una o dos semanas. En este caso aplica a la inversa, el que mucho aprieta, poco abarca.
