Los autos voladores son una fantasía que ha seguido a la humanidad por lo menos durante un siglo, sin embargo, a la fecha, a pesar de que existen prototipos elaborados por distintas marcas e investigadores, aún no existe ningún modelo que esté dirigido al público masivo, sin embargo, esto podría cambiar pronto con la salida a la venta del AeroMobil 3.0 programada para 2017.
AeroMobil 3.0 es un auto volador que ya ha dado de qué hablar, sobre todo a partir del accidente que uno de sus prototipos sufrió el pasado mes de mayo, accidente en el que el prototipo se estrelló con su inventor Stefan Klein al mando, quien logró activar un paracaídas de emergencia, lo cual amortiguó el golpe, aunque en las imágenes que circulan en internet se puede apreciar un impacto de gran magnitud, a pesar de que el piloto resultó complemente ileso:
El accidente en sí es ya un revés para el lanzamiento de este auto-aeronave, el cual podría llegar al mercado en 2017 con un costo, no especificado aún, que podría estar en el intermedio entre un auto deportivo y un avioneta.
El AeroMobil 3.0 puede circular y comportarte como un auto normal, incluso puede plegar sus alas, y al mismo tiempo, es capaz de despegar y volar sin mayor problema, según el spot publicitario publicado por la empresa a finales del año anterior:
Diversas tendencias están marcando a la industria automotriz este año, como en el caso de los vehículos autónomos, un concepto que además podría llegar a un segundo modelo de vehículo volador, de acuerdo con Forbes, el cual estaría destinado a un público más amplio que el modelo 3.0, del cual se rumora que puede llegar a alcanzar los 200 mil dólares.
Probablemente los vehículos voladores no han llegado todavía al mercado no por cuestiones tecnológicas, sino porque realmente es difuso precisar si realmente existe un mercado para este tipo de automóviles, debido a que el uso del espacio aéreo es un tema delicado, en cuestión de seguridad y también de privacidad, un problema que incluso los drones han puesto al descubierto y por lo que los gobiernos han comenzado a tomar cartas en el asunto, regulando el uso de drones en espacios públicos.