La precampaña de cara a las elecciones del 1 de julio ya ha dejado un perdedor y se trata del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el cual redujo su valor de marca ante el electorado durante las diversas encuestas realizadas, según mostró un reciente cruce de datos elaborado por Parametría.
El PRI, que abanderará a José Antonio Meade Kuribreña, se ubicaba con un 25 por ciento de intención de voto en diciembre pasado, una tendencia que había mantenido desde septiembre.
Recordemos que fue a principios de diciembre cuando se conociera que Meade dejaría sus funciones en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para contender por la candidatura priista a la presidencia, dejando atrás a dos aspirantes señalados como “los elegidos” por el presidente Enrique Peña Nieto como: el exsecretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y el exsecretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
En la última encuesta mostrada por Parametría el partido tricolor se ubica en el tercer puesto con una intención de voto del 18 por ciento, siendo el segundo más bajo en el último año luego de que en enero del 2017 registrara un 17 por ciento, derivado de los gasolinazos emprendidos por el gobierno federal durante esa fecha.
Debemos tomar en cuenta que la precampaña inició el 14 de diciembre y en el caso de los aspirantes que van por la vía partidista, la precandidatura está desierta, ya que no hay más contendientes para celebrarse una elección interna.
De acuerdo con diversos analistas, Meade se posiciona como un hombre de experiencia política; sin embargo, se encuentra en el desconocimiento del electorado, ya que es ubicado por el 57.2 por ciento de los potenciales votantes a nivel nacional, según una encuesta de Consulta Mitofsky.
Por su parte, el ganador durante el periodo de precampaña es Andrés Manuel López Obrador, precandidato por la coalición “Juntos Haremos Historia”, quien registra una ventaja de 10 puntos porcentuales al ubicarse en primer lugar con el 33 por ciento en la intención del voto.
Los aspirantes a la presidencia delinearon nuevas estrategias de cara al final de la precampaña presidencial, métodos que son fueron visibles entre José Antonio Meade y Ricardo Anaya, mientras que López Obrador se ha mantenido firme en la adhesión de personajes políticos que en algún momento se presentaron como antagonistas a su movimiento.