Internacional.- A pesar de que el mercado hispano en Estados Unidos constituye uno de los principales consumidores de tecnología en Norteamérica, las compañías que desarrollan apps, o aplicaciones para dispositivos móviles, se han quedado atrás en el lanzamiento de las versiones en español de sus apps más populares, es decir, aún no las han traducido del inglés. Es la opinión del 45% de los hispanohablantes entre 18 y 34 años, según un estudio reciente de la agencia YouGov. Las implicaciones de este fenómeno tienen repercusiones en los países hispanohablantes, y las compañías deben tomarlo en cuenta.
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El mercado de las apps es, sin lugar a dudas, uno de los más atractivos, tanto para los desarrolladores de software como para las marcas. Sin embargo, por lo menos en Estados Unidos, algunas compañías al parecer no han hecho lo suficiente para satisfacer las expectativas de sus consumidores. En ese país, el 86.5% de los 52 millones de habitantes de origen hispano habla español de manera fluida, es decir, como primera o segunda lengua. Por si esto fuera poco, estudios como los de la agencia Nielsen (en su apartado Nielsen Mobile Hispanic Insights), indican que la población latina es “un componente fundamental para el éxito de una compañía y no sólo un nicho pasajero sin injerencia en él”.
Aplicaciones como Instagram, Twitter o Facebook, así como Google Translate y Shazam, algunas de las cuales funcionan tanto en iOS como en Android, y otras sólo en alguna de las dos plataformas, ofrecen sus interfaces en inglés y español. Sin embargo, Vine, Pocket y Any.Do, por citar a las más populares, sólo están en inglés. Todas las anteriores se cuentan entre las 50 mejores aplicaciones para Android y iOS en lo que va de 2013, según la revista Time.
En México, dada su situación geopolítica, suele creerse que las tendencias de consumo de tecnología siguen muy de cerca a las del país vecino. Sin embargo, como sabemos quienes trabajamos con las telecomunicaciones y, sobre todo, quienes usamos dispositivos móviles en México, esto no siempre es así. Consciente de ello, la agencia Nielsen advierte a las compañías estadounidenses que el “uso de la tecnología [entre la población hispana] no refleja el comportamiento general del mercado [estadounidense], sino que posee patrones diferenciados, debido al idioma, la cultura y la dinámica del registro de propiedad”.
Entonces, ¿por qué algunas marcas se han quedado atrás en el desarrollo de las versiones en español de sus aclamadas apps? Es una pregunta a la que cada compañía sin duda habrá de dar respuesta. Lo que está fuera de cuestión es la importancia que tiene para las marcas el crear, por medio de sus apps, una experiencia placentera que estimule el compromiso de sus consumidores, la cual, resulte al mismo tiempo en la fidelidad de éstos. Aquellas que lo están haciendo así, marcan la pauta en el mercado y obtendrán antes que nadie los beneficios que todas desean.