Por Juan Cárdenas
Twitter: @Desautomatas
Normalmente tendemos a desconfiar de ciertos servicios o sitios de Internet, ya sea por su configuración, nuestro temor y desconocimiento de la red, o prejuicios morales que transpolamos a nuestra navegación digital. La pornografía suele ser un buen caso.
Se consuma o no, la busquen y conozcan o nunca hayan visto, en general todos entenderemos el concepto general en torno a sitios que ofrecen pornografía. Es mal visa socialmente. Pocos serán los individuos tan descarados, seguros o famosos que inicien una conversación con una frase como: “No saben que buen blog porno me topé anoche, fotos de lujo, videos de lo más perversos”… eso por no usar un lenguaje aún soez (o sea apegado a la realidad).
Es algo que se guarda para uno, o se comparte (principalmente entre hombres) con los amigos. Pero existe y en la red es un éxito para muchas causas, deja mucho dinero y mucha promoción fácil. Sin embargo, se tiene la presunción de que son sitios peligrosos, en el sentido de seguridad digital. Sitios que pueden pasarnos virus (y otras amenazas). Sin embargo, un estudio reciente publicado por la empresa de seguridad digital Symantec arrojó los siguientes resultados, el porcentaje representa el contenido infectado e inseguro:
- 19.8 por ciento blogs
- 15.6 por cienot hospedajes y sitios personales
- 10 por ciento economía y negocios
- 7.7 por ciento Shopping
- 6.9 por ciento educación
- 6.9 por ciento tecnología e Internet
- 3.8 por ciento entretenimiento y música
- 3.8 por ciento automotriz
- 2.7 por ciento salud y medicina
- 2.4 por ciento sitios para adultos
La conclusión de Symantec es que los sitios de contenido para adultos tienen los suficientes recursos para protegerse y controlar sus contenidos, y por ello el bajo porcentaje en sitios infectados con algún virus, en comparación además con otros, en los cuales uno confiaría un poco más.
¿Significa esto que el porno es bueno? Creo que no tiene nada que ver y por más que lo intente no lograré llegar a esa conclusión. Pero ya en serio, no estoy tratando de justificar a nadie para que vean más porno, sólo ejemplificar cómo los prejuicios pueden afectarnos y debemos ser cuidadosos siempre. La AMIPCI por ejemplo hace un gran trabajo educando empresas y usuarios sobre el cuidado, a través de seminarios, artículos, difusión, o incluso con mayores programas como Sellos de Confianza, pero ellos sólo cabildean y promueven, la iniciativa o acción final debe venir de cada uno de nosotros (empresas o individuos). Sobre todo si empezamos a relacionarnos digitalmente con otros sitios o comunidades. Ya sea comparando servicios de nuestra competencia, o coordinando un servicio mayor.
Google tuvo problemas esta semana con una app disponible en la App Store de Android, que permitía espiar las conversaciones de la aplicación WhatsApp cuando se estaba conectado en una red Wi–Fi y fue denunciada por G-Data, otra empresa de seguridad informática. Dudo que ello involucre un fraude monetario estratosférico, y sólo hubiera significado problemas de chismes (ya fue dada de baja, ni la busquen), sin embargo es otro ejemplo de la sencillez en seguridad digital.
Las consecuencias, pueden ser mucho mayores que un chisme o un virus que afecte el desempeño de sus equipos, estamos hablando de la imagen de su marca o servicios, de su productividad y de un crecimiento limitados, coartados. Este tema es importante, no debe obviarse, ni darlo por sentado nunca. La profesionalización y mensajes correctos que comuniquemos deben incluir y considerar siempre la seguridad digital, no se dejen llevar por “la portada del sitio”.
