La compañĂa estadounidense Kellogg acordĂł vender Keebler y Famous Amos a Ferrero por US$ 1.300 millones. Kellogg quiere deshacerse de estas operaciones mientras reenfoca su negocio en los cereales y en productos saludables.
La novedad fue adelantada por CNBC, diciendo que se formalizarĂa este lunes. Luego Business Insider lo confirmĂł.
El acuerdo es una nueva compra de Ferrero en los Estados Unidos, donde ya ha encadenado varias adquisiciones en los Ăşltimos meses en una clara estrategia de expansiĂłn.
La compañĂa dueña de Nutella fundada en Italia en 1946 como una empresa familiar, entrĂł por primera vez en el mercado de los Estados Unidos en 1969 con sus famosas mentas Tic-Tac.
En los Ăşltimos dos años, con esa base de apoyo, comenzĂł a extender su presencia en ese paĂs comprando Ferrara Candy Company por US$ 1.000 millones y el negocio de chocolates de NestlĂ© en ese paĂs por otros US$ 2.800 millones.
Ahora Ferrero ya es un jugador importante, con marcas en su portfolio como Buttterfinger, SweeTARTS y Crunch.
Un plan simple
La estrategia de mercadotecnia de Ferrero en los Estados Unidos consiste en comprar marcas que, como el negocio de golosinas de chocolate de NestlĂ© y el de galletas de Kellogg, han sido descuidados al estar inmersas en carteras más amplias de gigantes compañĂas de alimentos.
Su plan es reinvertir en esas marcas ya consolidadas y modernizarlas.
Por ejemplo, desde que comprĂł Butterfinger, lanzĂł un “mejor Butterfinger”, con más cacao y leche y sin aceites hidrogenados.
Mientras tanto, Kellogg está reduciendo su cantidad de marcas para centrarse en las que cree que puede revivir, como Pringles, Cheez-Its, Corn Flakes y Rice Krispies Treats.
Las acciones de Kellogg, que tiene una capitalizaciĂłn de mercado de US$ 19.720 millones, han caĂdo casi un 11 por ciento en el Ăşltimo año.
Kellogg adquiriĂł Keebler en 2001 por US$ 4.400 millones. En ese momento, parte del atractivo era la plataforma llamada direct-store delivery (DSD, o entrega directa a la tienda) que llevaba adelante la marca de galletas.
El sistema era toda una novedad y consistĂa en que los empleados de Keebler colocaban los productos de la empresa en los exhibidores de las tiendas, en lugar de solamente enviarlos.
El DSD le daba a la compañĂa de alimentos un mayor control, al garantizarse una buena visualizaciĂłn de sus productos en los puntos de venta.
Sin embargo, con el consumo en las tiendas en baja, ya no es rentable. Desde entonces, Kellogg ha abandonado la distribuciĂłn por DSD, segĂşn CNBC.
Las ventas de Kellogg cayeron de 2014 a 2017 y sĂłlo en 2018, finalmente, los ingresos se estabilizaron, a partir de que comenzĂł a dar frutos el plan de marketing de Steve Cahillane, su nuevo CEO.
La caĂda en Kellogg está en lĂnea con la disminuciĂłn en la venta de cereales en todo los Estados Unidos. El cambio de tendencia de los consumidores hacia alimentos frescos y saludables en el desayuno es una de las principales razones.
Ferrero tambiĂ©n está pugnando por estos dĂas con Mondelez, el fabricante de Oreo, para comparle a Campbell Soup la compañĂa Arnott’s Biscuits, dueña de la marca de galletas australianas Tim Tam.