El periódico Zócalo Saltillo ha llamado mi atención continuamente por el uso que hacen de contenido publicado por otros medios, de una forma repetitiva y sin duda sistemática.
Zócalo no es un medio improvisado, son un fuerte grupo de multimedios en Coahuila, un Estado que está de más decir, se encuentra necesitado de buen periodismo y sobre todo del apoyo y protección de las autoridades por la situación política que viven.
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Son un medio de información, no son un Rebel Mouse donde cada quien puede personalizar contenido. No, ellos cobran suscripciones, espacios publicitarios, distribución, etc. Sin embargo hacen esto de forma constante y con todo tipo de noticias. Algunos ejemplos, nota de Zocalo sobre política nacional y nota de Excelsior; nota en Zócalo de deporte, nota de MedioTiempo; nota en Zócalo de espectáculos, nota Vocero Digital.
Como pueden ver ni siquiera entramos en debate sobre quién tiene la autoría de la información e imágenes, ellos claramente lo ponen en cada uno. Además, en algunos casos usan a cada medio como tag en su navegación, por lo que podemos ver todas las notas que han usado de Excelsior.
Claro sé muy bien esto no es una práctica exclusiva de Zócalo, basta una rápida y nada minuciosa búsqueda para encontrar esa misma nota en otros medios, ejemplos El Diario, Cadena Noticias, Oro Noticias, etc. Y a niveles más altos sucede también, pero claro, ello no lo justifica ni mucho menos, al contrario.
Pongo de ejemplo a Zócalo y recalco, por la sistematización, es claro que el plagio forma parte de su modus operandi. Así como para otros es investigar, viajar, entrevistar, fotografiar, asignar, editar, etc. Para ellos se ha convertido en un sistema de plagio, en el que digitalmente sólo implica a grandes rasgos copiar y pegar. Y no, no me parece nada ético, y de hecho sí algo desdeñable y vergonzoso.
Dentro del periodismo, y es muy común, se puede hacer mención de la información publicada por alguien más, incluso es parte del juego, cuando alguien obtiene la exclusiva, es sabido (incluso reconocido y hasta presumido) que los demás citarán a ese medio.
Este no es el caso y lo llamo plagio, porque pienso en su caso, el especificar “la fuente” responde más bien a una justificación (para mi gusto inmadura) y legitimación, y no al correctamente dar crédito a quien lo merece. En estricto la única diferencia del plagio con tomar una fuente es esa, copiar y acreditarse el trabajo del otro; eso está haciendo. Ninguno de los medios ejemplificados aquí (ni muchos otros que encontrarán) trabajan como agencia para Zócalo. Están siendo mañosos, aprovechando su ubicación y alcance (no mucho) y repito, justificándose poniendo “la fuente”.
Quizá en este medio se deba a que su actual Director Editorial Francisco Juaristi Santos, es en realidad un “Contador Público de profesión y periodista por vocación”; o la situación en la que el grupo empresarial y la familia Juaristi se ha visto involucrado desde hace décadas, siempre en medio del acontecer político acusando o siendo señalados.
El más “ilustre” de ellos, Carlos Juaristi Septién, ex secretario de Gobierno del estado bajo el gobierno de Rogelio Montemayor y ex director corporativo de Administración de PEMEX, fue dos veces prófugo de la justicia, la primera en el 2002 y la segunda en el 2005, ambas por el cargo de peculado siendo la segunda ocasión parte del llamado Pemexgate. No que esto implique o explique el plagio, pero sin duda no genera el mejor ambiente para lo que supuestamente es un medio de información.
Es importante conocer estos casos, incluso señalarlos pues el plagio es vergonzoso, así se quiera justificar de cualquier forma, y no aporta nada a la naturaleza del periodismo y la comunicación. Al mismo tiempo explica mucho de las injusticias cometidas a diario en nuestro país, pues quien quiera que lea este medio, quien quiera que invierta con ellos sólo por su distribución, está siendo cómplice de dichas injusticias. El plagio no debe ser una forma de trabajo.