San Diego CA, USA
Por las mañanas cuando leo el periódico plagado de atrocidades económicas oscureciendo nuestros países latinoamericanos, me asalta siempre una pregunta: “Cómo vivir e inclusive triunfar en tiempos tan atascados de incertidumbre económica”. Aunque esto es regular en mi cavilar mañanero, este pasado lunes 25 me vino a la mente el recuerdo del partido de Los Broncos de Denver contra Los Patriotas de Nueva Inglaterra del pasado domingo 24 de enero. Como epifanía, pensé en las muchas enseñanzas que un match deportivo nos puede dejar y cómo, este partido en espacial, resolviera la incógnita que me planteara cada día. De hecho corrijo, más que enseñanzas, el encuentro me confirmó conceptos que había venido masticando, aportando y remachando a lo largo de mis asesorías y conferencias desde hacía años.
No sé mucho de deportes, soy simplemente aficionado al fútbol americano y conozco -por haberlo jugado de adolescente- todas sus reglas y entiendo cuando un pañuelo vuela a medio campo. Lo que sí te puedo decir como consultor de negocios es que, si bien no sé de estadísticas deportivas, “si conozco de estrategia ofensiva empresarial” y, lo que Los Broncos y su coach Gary Kubiak hicieron durante todo el partido del domingo, fue una estrategia acertada para ganar su pase al “SuperBowl”. El equipo ofensivo de Denver concentró todos sus esfuerzos en una acción más que en cualquier otra, atacó un sólo frente. Me explicó. Tom Brady, mariscal de campo de Los Patriotas, ha venido siendo el arma más poderosa del equipo. En él se han concentrado los dados a veces cargados de Bill Balichick su coach. Por supuesto que el magnífico equipo defensivo y ofensivo y los corredores de fondo son exitosos y grandes jugadores pero, el carismático Brady, “pivote” central de operaciones, ha brillado como un atleta muy completo desplegando brillantes pases cortos, meticulosos envíos de fondo y acertadas jugadas cortas. Brady es, por lo tanto, el “pivote” de la operación Patriotas, muñón donde se recarga el mango de un martillo constituido por los jugadores defensivos y ofensivos del conjunto de Nueva Inglaterra.
El Pivote y El Martillo
El ejército norteamericano desarrolló hace años una estrategia de guerra llamada: “El pivote y el martillo”. Esta estrategia militar se explica gráficamente si imaginas un gran martillo y una base sólida anclada a la tierra. Entre la base y el mango del martillo, se encuentra un pivote giratorio que permite el movimiento hacia cualquier dirección (como el muñón de un telescopio) del mencionado mango el cual tiene una cabeza de martillo al final. La teoría postula que el martillo es la fuerza y el mango hace palanca para el alcance de esta fuerza. Sin embargo, el poder real y verdadero de cualquier operación; el poder intelectual y oculto (o lo que habría que atacar) sería el pivote. Los Broncos, deseosos de obtener el pase, decidieron atacar, por medio de “tlaquearle 27 veces”, a Brady “pivote de la operación y sostén del “martillo” de Los Patriotas. Los Broncos concentraron toda su fuerza en un sólo objetivo en vez de desplegarla en varios frentes minimizando su impacto.
Las enseñanzas de este concepto son fáciles de ver, probablemente no así de aplicar. En tiempos de incertidumbre; cuando se tienen deseos de ganar la partida y ante la nefasta adversidad, muchas veces hay que concentrar todos los esfuerzos en un sólo objetivo en vez de quemar pólvora en infiernillos. Atacar el “pivote” de la situación que nos aqueja. También sería recomendable fortalecer el pivote propio a fin de blindarlo de ataques externos (falla de Los Patriotas) por medio de reforzar conocimientos y habilidades personales y profesionales.